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sin esperar, gocé con dos y por por los dos

bareta Relato enviado por : bareta el 21/02/2015. Lecturas: 7590

etiquetas relato sin esperar, gocé con dos y por por los dos   Jovenes .
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Resumen
No pensé que mi novio me ofreciera.


Relato
Tengo 19 años y ya había abierto las piernas varias veces, incluyendo a mi actual novio, Cesar de 20, hace un mes, estando solos en la sala de su casa, me dijo:
-¿Andas calientita, verdad?
-Algo.
-¿Te dejarías coger por mi primo Raúl?
-¿Por Raúl?, ¡Noooo, como crees, tiene 31 años!
-¡Él te tiene ganas!
-Sí, ya me he dado cuenta, ¿y qué?
-Te va a gustar, la tiene grande, ¿total, que pierdes?
Metió su mano bajo mi short, sintiendo mi concha húmeda, continuó diciendo:
-¡La que va a coger soy yo, tú eres el que no pierde nada y Raúl gana mucho!
-¡Él quiere echarse un palito contigo y tú estás ganosa!, ¿no?
-¿Quieres que le abra las piernas a quién sea?
-No, nada más a él.
-¿Y tú qué?
-Yo veo como te cogen y tú te das el gusto que quieres.
-No, es que…
-Ya viene para acá.
-Pero…
Sonó el timbre y mi novio fue a abrir, mientras me arrepentía de no haberme puesto brasier bajo la ajustada playera y por mí ceñido short sobre escuetos calzones, tenis y calcetas, nerviosa saludé a Raúl, que se quedó parado frente a mí y Cesar mirándome fijamente indagó:
-¿Entonces?
Encogí los hombros indicando indiferencia, con lo que Raúl, extendió su mano para levantarme, me paré dudosa, con mi brazo en alto, me hizo girar en redondo lentamente y contemplando mi cuerpo dijo:
-Ya has cogido, pero… ¿Cuántas veces?
-Como cinco, respondí avergonzada.
-¿Por los dos lados?
Afirmé con un movimiento de cabeza y Raúl bajó mi brazo, sus manos recorrieron mi cintura y caderas, y preguntó:
-¿Quieres coger conmigo?
Como respuesta, volví a encoger los hombros, y Raúl, sin decir nada y siendo un poco más alto que yo, se inclinó para besarme, a lo que yo respondí sensiblemente, al separarnos, sus dedos oprimieron mis erectos pezones, haciéndome emitir un sutil –aaaaaaaahh-, luego, comenzó a levantar mi playera y yo extendí mis brazos hacia arriba para facilitar su retiro, con mi pecho descubierto, entre besos y mordiscos a mis chiches, desabotonó mi short y sobó mi almeja bajo las bragas, percibiendo la tersura y despoblado de mi concha, con su mano en mi entrepierna y sus labios en mis senos, incrementó mi temperatura y entrelazando mis dedos n su cabello, lo sujeté de la nuca entre un suave meneo de caderas y leves gemidos de -aaah, huuuy, aaah, uuumm, aaah-. Sacó su mano embadurnada de mis incipientes jugos y alcé mis pies, para que Raúl terminara de quitarme el short, lo abracé para que no notara mi ridiculez al quedarme con calzones, calcetas y tenis puestos, lo que aprovechó para acariciar mis glúteos y darme pequeñas nalgadas, entre mis -aah, aah-, solté un fuerte -hoooooouch-, al sentir que jalaba mi tanga y ésta se enterraba en toda mi rajada, con leve dolor y mayor placer, sin que él soltara la presión en mi sexo, levanté la cara y nos besamos ardientemente, al soltarnos, ansiosa, le quité la camisa y desabroché su cinturón y pantalón, me arrodillé para deslizar su ropa hacia abajo, surgiendo desde una tupida y obscura melena, una larga, curveada y no muy gruesa verga, que admirada por la extensión, de inmediato atenacé entre mis manos y acerqué mi boca, para degustar su sabor durante varios minutos. Con su pito bien ensalivado, me levantó sutilmente para recostar mí espalda y cintura sobre la ancha bracera del sillón, con mis piernas colgando no tuvo dificultad para bajar mis calzones hasta los tobillos y dejarlos ahí sin quitarlos. En ese momento, vi a Cesar, que había permanecido a mis espaldas, sentado inmóvil y silencioso en el otro extremo del largo sillón, mirando todo lo que hacíamos su primo y yo, su indiferencia y el amenazador camote de Raúl, me excitó, levantó mis pies hacia el techo y se arrodilló ante mi expuesto trasero, que comenzó a mamar, besar y lamer desde el ano hasta el clítoris, con la deliciosa sensación, intenté abrir mis pies, pero el calzón en mis tobillos solo me lo permitió un poco, por lo que atraje mis rodillas hacia mi pecho, para dar mayor libertad a las acciones de Raúl, con mi babeante chocho de mis jugos y aún con las piernas en alto, apuntaló el garrote en la puerta de mi orificio vaginal, y con menudos e interminables empujones, lo empezó a deslizar en mi interior, entre mis pequeños -huuy, huuy, huuy, huuy-, hasta que noté sus greñas raspar en mis floreados labios vaginales, señal de que lo había introducido por completo y mi sorpresa de recibirlo tranquilamente, volvió a estirar mis pies y comenzó su enérgico saca y mete, bien excitada y a punto de enloquecer de dicha, sollocé: -hay, que rico, que riiiiiico, así asiiiii, dame toooodo, toooodo, así así-, y no demoré en tener un suculento orgasmo, Raúl continuó sus fricciones y estremeciendo mi cuerpo, agitando la cabeza enloquecidamente de un lado a otro y con volviéndome a vaciar, desesperada gemí –sigue, sigue, más fuerte, dame mas fueeeeeeerte, asiiiiii, asiiiiiii-, en mi enajenación, escuché:
-¿Me vengo adentro?
Con la mente extraviada y en mi prolongada corrida, musité -siiiii, siiiiii, dame tú leche, déjala adentro, échala toda, tooooda-, oprimiendo el duro palo con mis contracciones y sintiendo su estremecimiento y agitación, recibí los súbitos chorros de ardiente néctar que inundaron hasta el fondo de mi coño.
Raúl me dejó acostada y descansar unos diez minutos, sin saber de dónde sacó más bríos, me quitó los calzones, apartó mis piernas y ensalivó mi biscocho, recargando su cuerpo sobre el mío y apuntó su lombriz en mi cueva, que engrasada con mis jugos y su abundante semen, la patinó sin dificultad hasta el fondo, tras unos tallones estimulándome nuevamente, bien ensartada, me enderezó y sujetándome de las nalgas, me cargó ágilmente, sosteniéndome con mis brazos de su cuello y con mis piernas ciñendo su trasero, besándonos impetuosamente, dando pequeños brincos yo misma inducía las raspadas, ricas y enajenantes, hasta que mi lomo golpeó en la pared, ahí me bajó viendo mi mueca de descontento, toscamente jalo mis largos cabellos echando mi cara hacia atrás y dijo:
-¡Te lo quiero dar por el culo!
-Pero… ¡Está muy larga!
-¿Te da miedo?
Dudé unos segundos, pero con mis ansias de seguir cogiendo, exclamé:
-No, ¡Mételo por donde quieras!
Me llevó frente a Cesar y me inclinó ante él abriendo mis piernas y dejando mi trasero a su disposición, mientras percibía que Raúl separando mis nalgas, manoseaba y ensalivaba mi ano, glotonamente le bajé la bragueta a mi novio, le saqué su pija y se la comencé a mamar, Cesar me impidió moverme, al sujetarme de los oídos, con la boca entretenida, solo pude emitir un ahogado y dolido-mmmmmmmmmmmmm-, por la cruel penetrada que Raúl me daba de una sola embestida, dejándome su chorizo hasta el fondo y sintiendo que me empujaba hasta las tripas. Ya bien empalada por el culo y empezando a disfrutar la embutida, meneando cadenciosamente el trasero, Cesar soltó mis orejas y yo su verga, mi cuerpo se zarandeaba por los fuertes empujones, alucinada y sin que me sacara su escopeta, Raúl me tomó de la cintura y con un rápido movimiento, él quedó recostado en el sillón y yo, con sus manos en mis chiches, sus piernas entre mis distanciadas rodillas, la espalda sobre su torso y con la cara al techo, el placer que Raúl me estaba dando, me hizo cerrar los ojos, de repente, sentí una opresión sobre mi cuerpo, era Cesar que estaba acomodando su tornillo en mi coño, asombrada, solté:
-¡No, Ce… no Ce.., saaaaaaaaaaaaaar!
Metiendo su gusano fácilmente hasta el fondo de mi pucha y haciéndome sándwich entre los dos, la conmoción de estar taponada por ambos lados, me provocó besar alocadamente y abrazar con una mano a mi novio y con la otra sujetar a su primo de su cadera, teniendo una fuerte explosión interna sin exclamación alguna, mientras batía mi trasero hasta donde ellos me permitían, resistí las disparejas acometidas, enervada y flagelada maravillosamente por ambas fustas, hasta que sin soportar el júbilo por la tremenda cogida, inicié la paulatina y gustosa secreción de mis jugos, que tratando de aguantar lo más posible, con mis contracciones y estrujando mis genitales, incité que Raúl se estremecido, Cesar removiéndose y yo, jadeante, avasallada y gimoteando, - ay, aay, aaay , ay cabron…, ay cabron, nnnnnn, nnnnn, aaaaaaaahhhhh-, expulsando una enorme dosis mi zumo, así como al mismo tiempo, de cada uno de ellos, su extremada dotación de cálida leche.
Acampanada por ambos lados y los tres cansados, jadeantes y sudorosos, Cesar se desplomó a mi lado sobre el sillón, yo, pretendí levantarme del cuerpo de Raúl, pero tartamudeando, expresó:
-Noooo, deja que salga solito.
Instantes después, se escuchó un leve -ploc-, y torpemente me dejé caer n el asiento con mi trasero al aire, dejando a Raúl en medio, todos boca arriba y resoplando, mis agujeros comenzaron a evacuar su saturación, dejando escurrir lagas y gruesas hebras de la mescolanza de los tres, manchando excesivamente la alfombra.
Rato después, los tres apaciguados, Raúl completamente encuerado, Cesar desnudo de la cintura hacia abajo y yo, solo con calcetas y tenis, vociferé:
-¡Son unos cabrones, ya estaban de acuerdo para cogerme entre los dos!
Raúl sonriente comentó:
-¡La verdad no, solo yo te iba a parchar!, pero…, ¡viendo que te encanta coger…!
-¿Qué?
-¡Te gustó con dos?
-¡Me encantó!
- ¡Ya sentiste dos!, ¿Qué harías si intercambiaran tus hoyitos tres!, y con lo que te gusta, ¡imagina tú sola con cuatro!
El solo pensar, que sin descansar, m estuvieran entubando por todos lados y supliendo distintos tamaños y edades, me estremecí, contrayendo mi afeitado bolillo, me empecé a excitar, por lo que inquirí:
-¡O sea una orgia conmigo?
-¡Tú y dos hombres, es un desmadre!, lo acabas de hacer, ¿Quieres con tres?
-¿Tres?
-¿Te animas?
-¿Ustedes y quién más?
-¡Con mi tío!
Mirando a Cesar, indagué:
-¿Tú papá?
-En las escaleras, te ha visto varias veces la panocha, por no traer calzones, afeitada, inflamada y goteante.
-Pero…
-¡Eres una deliciosa y riquísima hembra, bien puta porque te gusta coger! , ¿Te gustaría coger con tres o más?
-¿De verdad me ha visto?
-¿Quieres preguntarle?
-¡Sí!
Después les platicaré esa y otras más situaciones.

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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 22:11) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:45) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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