Categorias

Relatos Eróticos

Ultimas fotos

Photo
Enviada por narrador

Photo
Enviada por ELCASUAL

Photo
Enviada por rodolfosalinas


 

Sin querer, fué una noche esplendorosa

bareta Relato enviado por : bareta el 11/09/2013. Lecturas: 6539

etiquetas relato Sin querer, fué una noche esplendorosa   Infidelidades .
Descargar en pdf Descarga el relato en pdf
Resumen
Mi marido llevó a casa a una pareja de "amigos" que me dejaron completamente satisfecha


Relato
Después de tres años de casada, sin que urgiera pero estaba acostumbrada a tener sexo con mi esposo Héctor por lo menos dos veces a la semana, empezó a poner distintos pretextos para no cumplir con mis necesidades femeninas durante un par de meses. A mis 24 años, aunque molesta lo toleré, hasta el día que sin saber y estando acostada y a punto de dormir, llegó a casa con algunas copas de más y acompañado de un “amigo” y de una guapa y elegante joven. Salí a abrir la puerta, con una playera que sin ser muy delgada y sin sostén, resaltaban mis macizos senos, así como un holgado short con una diminuta tanga (mi atuendo normal para dormir), los tres revisaron mi escasa vestimenta, sin aclaración o disculpa, el único comentario que escuché de mi marido, fue:
-Les dije que mi mujercita también estaba buena y bonita.
Extrañada y sorprendida sin saber qué hacer, pasaron a la sala, mientras Héctor sacó una botella y vasos de la pequeña cantina, luego fue a buscar refrescos y hielos a la cocina, la pareja se manoseaba y besuqueaba frente a mí, por lo que busqué a mi esposo y reprochando la actitud, solo me dijo:
-¡Tú tranquila, todos nos vamos a divertir, un rato!
Me quedé en la cocina unos minutos tratando de controlar mi molestia, alcanzaba a oí el barullo de vasos y pláticas entre ellos, al salir, noté que la chica sobaba los bultos sobre los pantalones de ellos, indignada iba a reclamar, cuando se me acercó Héctor y reciamente dijo:
-Una de dos, te vas a dormir o te tomas una copa con nosotros.
Pocas veces lo veía tomar, pero siempre se ponía violento, por lo que me serené y no quise responder agresiva, solo dije:
-¡Me voy a descansar, mañana solucionamos esto!
A mi esposo le importó muy poco mi respuesta, desconcertada, me encaminé a mi recámara, cuando me abordó el “amigo” (hasta la fecha desconozco su nombre) ofreciéndome un vaso con bebida y diciendo:
-No te molestes, mejor espérate un rato, haber que hace tu esposo.
Reaccionando entre molesta, ofendida, dudosa y curiosa, opté por quedarme un rato y aceptando el vaso, para ver la actitud de Héctor. Tras poner mi esposo un poco de música, la chica comenzó a coquetear abiertamente con ambos hombres, mientras el “amigo” estimulaba su actitud con algunas caricias y sobadas, yo más que enojada, me sentía relegada por falta de esos arrumacos de parte de mi esposo, poco a poco me fui excitando, hasta llegar a pensar, que la ajena pareja hiciera lo que quisiera en la casa, siempre que Héctor me diera lo que ya quería. Los minutos pasaron y mi vaso se seguía rellenando y yo ya estaba bien caliente, un par de veces rechacé el bailar con el “amigo” hasta que sin remedio tuve que aceptar para evitar que el alcohol me hiciera muchos estragos ya que Héctor estaba muy entretenido platicando con la chica, al compás de la suave música, el “amigo” ligeramente acarició mis nalgas y sentí rico, pero exclamé:
-¡No!, ¡Por favor!, ¡Tranquilo!, ¡No hagas eso!
-¡Ya viste a tu maridito!, me susurró al oído.
Sobre su hombro, pude ver bajo el escotado y corto vestido, la mano de Héctor hurgar entre las piernas de la chica, molesta me quise separar del baile y de los brazos del “amigo”, pero ágilmente metió su mano por mi cintura hasta apachurrar mi ardiente y humedecido coño demandando con firmeza:
-¡Cierra tus ojos y goza lo que sientes!, ¡Deja que el mundo gire!
Me quise resistir, pero la delicia que sentía, el mareo en mi cabeza y la desfachatez de Héctor, me hizo obedecer, con un leve y sutil:
-Pero…
-¡Shhhhh, tienes una rica y sabrosa panocha!
-Es que…
Sus dedos aunque con dificultad, por estar la tanga enterrada entre los inflamados labios, ya la había jalado y husmeaban en mi rajada, entre el placer y mi inquietud con la indiferencia de Héctor, dejé sentir la delicia de un dedo enterrándose en mi pepita. El “amigo” me llevó tras le barra de la cantina, estaba viendo la nuca de Héctor que estaba sentado en un sillón, la cara de ella, había desaparecido por estar inclinada mamando la verga de mi marido, cuando apoyada en la estrecha cubierta, bajaron y me quitaron short y calzones, jalaron mi trasero hacia atrás y comenzaron a chuparme deliciosamente mis dos agujeros, cerré mis ojos deleitándome con los lengüetazos, al abrirlos, me percaté que solo distinguía, tras el sillón y sobre el suelo, las piernas de la chica totalmente abiertas, entre ellas las de Héctor y alcancé a escuchar que ella decía:
¡Tu mujer ya debe de estar cogiendo!
En ese momento sentí, una endurecida verga en mi ensalivado culo, con fuerte empujón se hundió un buen trozo de carne, apreté los dientes, para que entre el placer y el dolor por lo grueso del pito, no emitiera ningún sonido, pero confusamente escuché tras el sillón, la voz de Héctor diciendo:
-¡Ya tenía ganas de cogerte!, ¡Me encantas!
Y tras de mí: -¿Quiere más verga la putita?
Mi percepción se nubló, aunque desilusionada maritalmente y sintiéndome una cualquiera, pero ganosa y deseosa de coger, gemí:
-¡Sí!, ¡Ábrele el culo a la putita!
Momentáneamente observé a Héctor sobre el respaldo del sillón viendo mi condición, el feroz empujón, me hizo cerrar los ojos y abrir la boca exclamando un delicioso -Ahhhhhhhhhhhhhhh-, junto al sillón se escuchó:
-¡Te dije que a ella, ya se la estaban cogiendo, a ti te toca seguir dándome el tuyo!
Con mi cara recargada en la cubierta de la cantina, simplemente me solté, para que las fricciones dentro de mi culo no provocaran más molestia y pocos minutos después, entre el afligido gemido de Héctor de -¡Me vengo, me vengo!-, yo, solté plácidos y satisfactorios -Asiii-, -Asiiiiiiii-, -Asiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii-, -Asiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii-, Papiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiito-.
Unas deliciosas bolas golpeaban mi depilada y rasurada rajada, ya no se escuchaba nada en la sala, me desentendí y me dedique a gozar de lo que me proporcionaban, con mis piernas totalmente abiertas y con mi coño escurriendo mis jugos, el “amigo” no tuvo problemas de zafarse de mi culo y de súbito, lo sepultó en mi boquete vaginal, cuando se hundió hasta el fondo, aprecié una verga suculenta, en la forma de abocardarme era más gruesa y larga que la de Héctor, me estaban cogiendo maravillosamente, en los ataques que me prodigaban, con mi codo empujé la botella y algún vaso que se rompieron estrepitosamente en el suelo, el escándalo se confundió con mis –Duro-, -Más-, -Así-, -Así-, hasta que con los apretones que daba a mis colgantes chiches bajo la playera, solté un agradable -Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh-.
Sin vaciarse, se salió de mi coño, me acercó hasta el sillón y pude ver a mi marido desfallecido y plácidamente descansando en el suelo junto a la chica, que boca arriba y con las piernas bien abiertas, mostraba su rajada escurriendo de leche que Héctor le había echado. El “amigo”, me quitó la playera, brotaron mis duros senos con los pezones perfectamente erectos, me agarró de los cabellos y forzando a ponerme de rodillas frente a ella, ordenó:
-¡La putita va a chupa los moquitos de tu maridito!
Entre el acre sabor del semen de Héctor y la tersa piel de la muchacha, volví a sentir la rígida verga en la entrada de mi aboquillado hoyo delantero, mientras lentamente se iba metiendo el pito en mi deleitada pucha, la chica me tomó de las oídos y me hundió la cara entre sus piernas, junto a mi boca quedó un espléndido y delicioso coño con escasos y cortos vellos, mis labios jamás habían degustado un sexo femenino, pero con la apetitosa cogida que me estaban dando afanosamente y la palpitante lujuria, empecé a chupar, lamer y mamar el rosado y carnoso sexo de la señora, junto con el semen de mi marido, pasaron algunos minutos , con las duras talladas que me otorgaban, con mi boca ocupada en el hermosísimo coño de ella y sin poder explayarme guturalmente, tragué los apetitosos jugos de ella, solté los míos y sentí el ardiente y nutrido borbollón de leche que inundaba mi ávida panocha.
Después de un rato, con mi marido perdido y roncando la borrachera y sintiendo como seguía emanando la abundante y confusa mezcla desde mi intimidad y viendo la chica reposar lo gozado, el “amigo” recobrado su enjundia y despatarrado en otro sillón dijo:
-Con razón el señor quería que su mujer cogiera con otro, él no aguanta mucho, pero la nueva putita, me dejo complacido,
-¿A ti te fue bien, en cambio yo, solo me dio una vez, respondió ella.
-¡Es un desperdicio!, ¡Está bien buena y coge delicioso!, inquirió el “amigo”
-¿…?, Pero… ¿Fue por dinero?
-¡No te hagas!, ¡Si bien que te gusta coger!, dijo ella.
-¡Siiiii!, Pero es que…
-¡Yaaaa!, de donde nos trajo tu marido, seguro que vas a tener más vergas con su permiso, aseguró él.
Por la mañana, Héctor seguía durmiendo en la sala, en mi cama amanecimos los tres, nos dimos excelentes chupadas, calentadas y mamadas, junto con varias cogidas que el “amigo” me otorgó por todos lados. Esa fue la única vez que estuve con ellos, pero a partir de ese día, tanto Héctor como yo, disfrutamos (él menos), de buenas y constates cogidas que organiza en la casa.

Otros relatos eroticos Infidelidades

mi compadre me dejo embarazada

Categoria: Infidelidades
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 501804 veces

todo por mi hijo

Categoria: Infidelidades
Una madre es capaz de todo por sus hijos, aunque eso conlleve serle infiel a su marido.
Relato erótico enviado por Anonymous el 12 de July de 2009 a las 22:03:27 - Relato porno leído 430272 veces

como me cogi a mi suegra 6

Categoria: Infidelidades
Después de cogermela en secreto, mi mujer me propuso a mi suegra:
Relato erótico enviado por Investigador el 14 de February de 2006 a las 09:24:31 - Relato porno leído 305998 veces
Me coji a Sol la mujer de mi primo, ella tiene 33 años y yo 22, por fin hice realidad mi sueño de follarla en mi propia casa.
Relato erótico enviado por Anonymous el 20 de September de 2012 a las 00:19:51 - Relato porno leído 294299 veces

putas casadas

Categoria: Infidelidades
Relato casi en su totalidad real que demuestra que toda mujer casada es una puta sumisa en potencia
Relato erótico enviado por morboso sadico el 29 de July de 2009 a las 18:09:16 - Relato porno leído 291639 veces
Si te ha gustado Sin querer, fué una noche esplendorosa vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

Por eso dedica 30 segundos a valorar Sin querer, fué una noche esplendorosa. bareta te lo agradecerá.


Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 22:13) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:45) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


Registrate y se el primero en realizar un comentario sobre el relato Sin querer, fué una noche esplendorosa.
Vota el relato el relato "Sin querer, fué una noche esplendorosa" o agrégalo a tus favoritos
Votos del Relato

Puntuación Promedio: 0
votos: 0

No puedes votar porque no estás registrado