Un sueño llamado Alex

Un sueño llamado Alex

Salí huyendo del ajetreo de la ciudad, del trabajo estresante, del ir y venir de la gente.

Me fui a la casa de verano de unos amigos; ellos trabajaban y no podían ir ese fin de semana, me la ofrecieron y no lo dudé ni un instante; preparé la maleta, cogí mi coche y puse rumbo al mediterráneo.

Esa mañana me levanté temprano, la casa estaba en silencio, estaba sola. Por fin tenía un fin de semana para mi misma, para disfrutar de la plácida soledad, de la tranquilidad de la costa en esta época del año.

Me duché tranquilamente, desayuné mi habitual zumo de naranja con tostadas y me puse el bikini gris. Hacía un sol espléndido a si que decidí irme a la playa.

Por el camino iba disfrutando del pueblo, casi no había gente por las calles, y eso que era fin de semana y hacía calor. Sin poderlo remediar, se agolpaban en mi mente las cosas pendientes del trabajo, pero a medida que iba paseando hacia la playa las fui olvidando.

Cuando llegué a la playa, extendí la toalla sobre la arena caliente, me puse bronceador por todo el cuerpo y me tumbé boca arriba.

Comencé a pensar en mis amigos..., la verdad es que era una pena que no estuvieran allí, especialmente uno...

Era un caluroso día del mes de abril en la Costa Cálida, el sol brillaba sobre un mar tranquilo, apenas soplaba la brisa.

Extrañamente no había nadie a mi alrededor, estaba completamente sola en aquella gran playa, fui relajándome y me dejé llevar por el embriagador sonido de las olas....

Un suspiro brotó de mi pecho, empecé a acariciarme el vientre desnudo mientras pensaba en Alex ..., subía mi mano entre mis pechos hasta llegar al largo cuello. Poco a poco iba notando como la piel se erizaba, imaginaba que era él quien me acariciaba..., mis pezones se ponían duros, yo me estremecía, mi clítoris empezaba a palpitar...; las olas sonaban cada vez más lejanas, ya no oía a las gaviotas...ya no oía nada, solo el sonido de mi respiración...

De pronto un joven apareció delante de mí. Era muy atractivo, tenía un cuerpo atlético y un rostro delicioso. Vestía únicamente un bañador ajustado de color negro, que hacía destacar su pálida piel. Se agachó y sin pronunciar una palabra, me cogió la pierna dulcemente, noté la suavidad de sus manos y con la delicadeza de la seda, recorrió mi pierna con su húmeda lengua, hasta llegar a los dedos del pie. Estaba desconcertada, no sabía que estaba pasando, no le conocía, pero no podía negarme, me atraía demasiado, mi cuerpo estaba paralizado.
(Mi cabeza decía que no, pero mi cuerpo no obedecía.... finalmente me rendí a los deseos de mi cuerpo y me dejé llevar.)

Poco a poco la temperatura fue aumentando, la delicadeza dejó paso a la excitación. El chico, con un hambre voraz, me comía los dedos del pié, luego pasó a la pierna, subía hacia el ombligo rozando con su lengua mi percing, siguió escalando hasta encontrarse con mis pechos, me quitó el bikini y comenzó a lamerme los pezones, mordiéndolos, cogiendo con sus manos mis tetas...,disfrutándolas..., luego recorrió mi cuerpo con su lengua, hasta alcanzar el tan deseado monte de venus...

Estaba completamente depilado..., ahora, más excitado con la sorpresa, dejó caer su cabeza entre mis piernas y comenzó a lamer la suave piel, bajando poco a poco hasta llegar al clítoris, hinchado, húmedo, palpitante, podía saborear la excitación que yo sentía, y yo podía notar su excitación; me acariciaba el redondo y firme pecho con una mano, mientras introducía sus dedos con movimientos circulares en mi cálida vagina, acariciando las suaves paredes, notando sus dedos atrapados por mi anillo...., separaba mis labios con su lengua..., succionaba mi clítoris..., saboreaba mi coño...; me retorcía de placer, mi cuerpo empezaba a temblar...; yo no me podía imaginar que aquél joven desconocido me estuviera llevando al éxtasis.

Quise devolver el placer a ese chico que tanto me excitaba. Me levanté suavemente y le invité a tumbarse sobre la toalla. Me coloqué entre sus piernas, le besé..., tenía unos labios carnosos que daban ganas de morderlos, me contuve..., los lamí todo lo suavemente que mi excitación me permitía..., él mordió los míos..., nos fundimos en un largo y apasionado beso, era la primera vez que nos besábamos. Comencé a deslizar mi cuerpo, mis manos empezaron a recorrer su pecho atlético, su respiración era agitada..., bajando lentamente... su pene se coló entre mis pechos, noté la fina piel de su glande y el calor que desprendía, estaba muy excitado, pero aún le quedaba un largo camino que recorrer.... Le deseaba, con una fuerza que nunca había sentido. Seguí deslizando mi cuerpo..., empecé a lamer sus piernas por el interior, subiendo suavemente hasta su sexo, recorriendo cada centímetro con mi lengua, hasta llegar finalmente al glande, donde comencé ha hacer círculos con la legua y a besar y rozar con mis labios su pene erecto.

Lentamente me fui introduciendo su polla..., notaba como iba poniéndose más dura dentro de mi boca..., parecía que su fina piel se quedaba sin elasticidad, a punto de romperse...; mientras sentía su excitación, mi ritmo iba aumentando..., acariciaba sus testículos con mi mano y poco a poco, pidiendo permiso sin palabras, mis dedos fueron bajando hasta rozar su ano. Lo lamí suavemente, de su boca brotó un gemido de placer, la punta de mi lengua comenzó a abrirse paso, lubricando el dulce agujero..., le gustaba..., entonces introduje muy despacio mi dedo en el, lentamente con un movimiento rítmico..., seguía gimiendo, cada vez con mas fuerza. Continué chupando su polla..., él me cogió del pelo con sus manos..., marcaba el ritmo que necesitaba...,notaba en mi lengua como su polla latía...,cada vez más rápido...,me la metí entera en la boca, dejándola dentro unos instantes..., su cuerpo se arqueó...; mientras, mi dedo seguía dentro, acompañado por los movimientos que él hacía con su cuerpo..., no paraba de pedirme que siguiera, que no parara...; sus ojos brillaban, estaban enrojecidos..., su cuerpo se retorcía de placer..., hacía que yo cada vez estuviera más y más cachonda...

Le deseaba...notaba como mi cuerpo pedía a gritos que le penetraran con decisión.

Me puse de rodillas...,vi su polla inflamada, con la sangre bombeando fuertemente..., me agarró de la cintura y me penetró con fuerza..., noté como llegaba al fondo de mí..., gritó de placer..., mis uñas se clavaron en la arena..., en mi garganta se ahogó un gemido..., comenzó a moverse, lento pero a la vez fuerte..., sus manos recorrían mi espalda..., bajaban hasta mis nalgas, el ritmo iba en aumento..., palmeaba mi trasero..., sus dedos, lubricados con saliva, se introdujeron en mi culo..., me embestía con fuerza..., yo, notaba como aumentaba su excitación, al sentir con sus dedos su polla a través de mi ano, separados únicamente por una fina pared carnosa.
El movimiento se iba acelerando..., yo me mordía los labios, no podía soportar el placer que sentía..., él me acariciaba el clítoris..., nuestros cuerpos temblaban de placer y se movían al unísono..., éramos uno solo.

Deseaba que durase mucho tiempo, el placer era infinito. Pero sin poder demorarlo más, mi cuerpo se tensó..., él aumentó el movimiento de su mano en mi clítoris, llegué al clímax, gritaba del placer, parecía que el orgasmo no se acababa nunca.... Seguía envistiéndome con fuerza, estaba llegando a su límite... no podía aguantar más... sacó su polla de mi vagina, colocándola sobre mi culo..., tras un suave movimiento estalló de placer, gimiendo con cada movimiento..., invadiendo mi espalda con sus fluidos....

Una moto acuática pasó cerca de la orilla.

Sentía que mi corazón latía fuertemente..., mi respiración era agitada..., estaba empapada en sudor y muy muy húmeda.

Me di cuenta de que me había quedado dormida...

Recordé.......

No..., no era un desconocido..., era Alex..., el mismo que muchas noches asaltaba mis sueños..., en el que tantas veces pensaba..., al que tan cerca tenía y tan lejos a la vez...

Aunque solo sea en sueños..., una vez más fue mío, gozamos juntos y le sentí tan cerca de mí, que parecía que todavía seguía a mi lado.....