Una Acampada movidita

Había ido con unos amigos de acampada con la idea de pasarnos 15 días lejos de la civilización; pero yo a los tres días empecé a hartarme de la naturaleza, del campo y la vida sana...
Al cuarto día, cogí mi mochila para regresar a la civilización, el asfalto más a la contaminación. Iba camino de la estación a la vez que hacia autostop; de pronto un coche se para. Fuimos charlando todo el rato, hasta que… en un descampado decidieron apartarse unos kilómetros de la carretera. Bajamos todos, sacaron unos bocatas y me invitaron a compartirlos con ellos. Para tener una placentera digestión nos tumbamos a la sombra de unos abetos que allí había. La tía se quito la camisa dejando al aire un par de magníficas preciosidades. ¡Le metieron mano hasta hartarse! Hasta se turnaban para besarla o lamerla. Yo no podía dejar de mirar mientras la polla empezaba a dolerme de lo dura que se me estaba poniendo. Me pidieron que me acercara a ellos; ella empezó a acariciarme por encima de la ropa. De repente grito:
-Jaime, Javi… ¡AHORA!.
Entre ella más los dos me dejaron exhibiendo el nabo bien tieso. Me inmovilizaron completamente cogiendo ella mi polla hasta metérsela entre sus tetas. Javier comenzó a desnudarse, saco su rabo poniéndolo a la altura de mi boca; Lucia apretó mis cojones con fuerza mientras me decía:
-Te darás cuenta que no tienes mas remedio que obedecerme. Los tres, no sois mas que mis putos esclavos. ¡MAMASELA, TRAGATELA ENTERA!-. Ella mandó a Jaime que me tirara en el suelo. Javier se fue inclinado para poder seguir manteniendo su polla en mi boca y Lucia se sentó encima de mi…se levantó de golpe. De una ostia se la apartó Javier de mi boca, se puso a cuatro patas ordenándome que la follara como a una perra, pidiéndole a Javier que me la clavara por el culo. El muy hijo de puta me rompía en mil pedazos, pero yo seguí follándome a aquella zorra. Se dirigió a Javier exigiendo que me la sacara del culo, empujándome hacia el suelo se sentó sobre mi cara ordenándome que me comiera su coño. Dictaminó a Jaime que se tumbara de espaldas a mi lado para que me lo follara. Se la clavé…hasta la médula; ella cogió a Javier para empezar a comérsela, metiéndola enterita en la boca. Se corrió en la cara de ella…siendo castigado a tragarse su propia leche; yo llené el culo de Jaime. Nos tumbamos en la hierba intentando reponernos del maratón de sexo en grupo.

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