Una tarde con mi tío...

Una tarde con mi tío…
Hace ya un par de años tuve una súper experiencia con mi tío, el esposo de la hermana de mi papá. Fue algo que no planeé y creo que él tampoco pero pasó y fue increíble.
Yo tenía 18 años y para qué, pero estaba muy buena (¡aún lo estoy!). Metro 75, delgada, piernas largas, culo redondo y levantado, tetas blancas, redonditas y súper paraditas, cabello largo hasta la mitad de la espalda.
Mi papá y mis hermanos siempre han sido muy celosos conmigo y por esa razón nunca tuve un novio estable ni serio. A todos me los espantaban! Por el mismo motivo, tampoco había tenido nunca relaciones sexuales… a qué hora, si andaba vigilada!!! No pasaba de besos (por cierto… muy buenos!!) y unas tocaditas pero nada más. Quizás también porque mi crianza fue un poco a la antigua.
En fin… solíamos hacer reuniones familiares una vez al mes en casa de mis abuelos. La hermana de mi papá no iba hacía muchísimo tiempo, quizás hasta 6 meses o más, y esa reunión era muy especial porque estaban en el país unas primas que viven en el extranjero hace más de 2 años. Organizamos esa reunión re-encuentro y yo fui la encargada inclusive, de llamar a citar a toda la familia. Cuando hablé con mi tío Mauro le dije que por favor viniera con mi tía y mis primos porque hace mucho no nos veíamos y la reunión iba a estar muy bonita. Él me prometió que venían todos y solo porque yo se lo había pedido porque me dijo que yo era su sobrina favorita. En realidad siempre me lo decía. Era su engreída siempre. Me llevaba a pasear o me recogía muchas veces del colegio porque su oficina quedaba a unas cuadras solamente. Cada vez que viajaba me traía regalos lindos. Siempre sentí que me veía como a una hija, ya que mis tíos tienen 3 hijos hombres, así que nunca sentí ni percibí nada diferente.
Llegó el domingo, día del almuerzo y como a la hora de la invitación llegó mi tío Mauro con mi tía y mis primos.
Los saludé a todos súper emocionada y mis primos me decían a toda prisa que tenían muchas cosas que contarme (de amigos y amigas que tenemos en común). Mi tío llegó al rato porque estaba estacionando el auto, entró a la cocina, donde estaba yo y me abrazó por detrás. Me hizo pegar un brinco del susto pero me emocioné mucho al verlo. Me dio una vuelta completa y me miró de arriba abajo.
- Mi sobrina es toda una mujercita re guapa!
- Gracias tío! Cómo has estado? Porqué ya no me recoges del cole…
- He estado muy ocupado y viajando pero si hubiera sabido que estabas así de hermosa, te recogía todos los días para que ningún chico se te acercara!
Solo me sonrojé y él me abrazó diciéndome que me había extrañado y que me quería mucho. Ese abrazo lo sentí tan raro, tanto así que me sonrojé nuevamente y me dio un beso en la frente.
Me dejó ahí y se fue al jardín con los demás.
Yo salí detrás de él con una fuente de pasa bocas que me dio mi abuela para repartir. Cuando pasé por su lado me dijo muy bajito:
- Que yo me entere que tiene novio… y pobre tipo porque le daría una muenda!
Yo solo me reí por el comentario pero me distraje y al querer seguir, me tropecé y fui a dar a los brazos de un primo quien llevaba una copa de vino en la mano y me la volcó encima. Todos me miraban por si me había pasado algo pero no fue nada grave. Me quedé con una mancha horrible en la manga de la camisetita que tenía puesta. Mi abuela me dijo que le dijera a la empleada que me la limpiara y si se mojaba mucho, la metiera en la secadora. Me fui para el patio trasero (lavandería) para hacerlo yo sola porque Yoli (la empleada) estaba ocupada. Comencé a lavar la camisetita y felizmente la mancha salió rápido. Como la mojé toda y estaba escurriendo la metí a la secadora. En ese patio hay un pequeño cuartito en donde la empleada ve la televisión y plancha a veces. Ahí esta la secadora. Así que me senté en una silla y encendí la tele mientras hacía tiempo para que mi camiseta esté lista.
Como a los 10 minutos, sentí unos movimientos afuera. Me sobresalté porque estaba sólo en brassier y no tenía con qué cubrirme. Como no oí más ruido, me senté nuevamente y seguí viendo tele. Al rato escuché la voz de mi tío Mauro que me llamaba y salté de la silla. Opté por no responderle nada pero al no escuchar respuesta a su llamado, empujó la puerta del cuartito y me encontró ahí!!! Yo me quería morir de la vergüenza!
- No me mires tío! Mi camiseta se está secando.
- Es que te estabas demorando mucho y quise verificar si pasaba algo.
- No tío, no pasa nada. Voltéate porfa.
- Pero porque te sientes mal conmigo. Yo soy tu tío tontita.
- Si pero…
- Pero qué… ven acá…
Yo ni me movía. Sólo me tapaba las tetas cruzando los brazos por encima.
Se me acercó:
- No tienes porque ponerte así bobita… tienes un cuerpo fabuloso que debes aprender a mostrar… debes sentirte orgullosa de lo que tienes…
- No me mientas…
- Cómo??? No me vas a decir que tu novio no piensa lo mismo!
- Novio? Yo no tengo novio. Tú sabes cómo son mi papá y mis hermanos… no me dejan salir ni a la esquina!
- Pero eso está bien… ellos no quieren que cualquier idiota venga a aprovecharse de la engreída de la casa.
- Pero es que…
- Pero es que nada… el que se atreva a acercarse tiene que pasar por control de calidad… (me miraba fijamente las tetas) imagínate toda tú para un idiota de esos…
- Tío no me mires! Ya se acabó la secadora, me la voy a poner.
Me alcanzó la camiseta y me la puso como si fuese una niña chiquita. Al bajármela me rozó con las manos gruesas y medio ásperas, el contorno de las axilas y sentí una pequeña electricidad que creo, él notó.
Me abrazó y salimos al jardín.
Yo me sentía rara. Había pasado algo ahí adentro que no había experimentado antes. Con algún noviecito nos tocamos mucho mientras nos besábamos pero esto fue diferente. Cada vez que me acordaba de ese pequeño roce, me estremecía. No dejaba de ver a mi tío y él se daba cuenta y cuando volteaba a mirarme, yo le quitaba la mirada pero se daba cuenta.
Se me cruzó por el camino varias veces y yo me ponía nerviosa! No sabía qué me pasaba!
Mi papá me encargó la compra de las cajitas felices para los chiquitines de la familia y salía hacia el auto cuando mi tío se me acercó y me dijo que me acompañaba. No pude decir que no.
Cogió las llaves de mi mano y creo que temblaba! Subimos al auto y yo no decía palabra. Me preguntó si me pasaba algo.
- No, nada.
- Entonces porqué estas tan callada?
- No sé.
- Qué pasa? (me puso la mano en la pierna y di un leve brinco). Cómo vas en el colegio? Sales este año cierto?
- Si.
- Tenemos que planear tu graduación con tiempo.
Sonreí mirándolo y sentía su mano en mi muslo.
Llegamos al McDonald’s e hicimos la fila para comprar las cajitas y me puso el brazo en los hombros. Me puse tan nerviosa que solté la billetera, las llaves, y varias monedas que traías. Me agaché a recoger todo y cuando estaba por terminar, sentí una mano en donde terminaba mi jean… en verdad, más adentro. Me sobresalté y le pregunté que qué era lo que pasaba…
- Todos te estaban viendo la tanga que traes puesta! (molesto!!!)
- Y?
- Como que Y? tenía que taparte para que creyeran que soy algo tuyo.
- Algo mío? Eres mi tío.
- No pues, me refiero a una pareja. Así dejarían de verte lo que no deben ver.
Solo lo miraba.
- Acaso no puedo pasar como tu novio? Tan viejo me ves?
- No, no es eso. Sino que es raro.
- Porque raro?
- Es que ya me imagino de la mano contigo! Jajaja
Y nos reímos juntos.
Cuando ya estaban por entregarnos el pedido, me volteó la cara con las manos y me dejó muy pegadita a su cara. Me asusté porque no sabía lo que iba a pasar.
- Te estoy molestando…. (me dijo). Y se rió.
El camino de regreso me hablaba normal, como si no hubiese pasado nada. Inclusive hasta le terminé contando cómo fue que terminé con el último noviecito que tuve y me puse triste. Me puso su mano en la cabeza como haciéndome cariño y la bajó al cuello y comenzó a acariciarme ahí. Me sentí relajada y segura con él ahí.
…
Ya muchos se habían ido pero quedábamos aún unos 20 diría yo porque íbamos a tomar chocolate en la nochecita con unos pancitos preparados por la abue. Resulta que yo estaba súper cansada. Me había tomado 2 copas de vino y como no estaba acostumbrada a tomar, se me subieron un poco y me dio sueño. Le dije a mi papá que me iba a acostar en una habitación del segundo piso por si me necesitaba. Quería dormir solo unos minutos.
Me acosté en la cama y al rato me quedé dormida (o casi). Entre sueños sentía que me acariciaban la cara y como que me soplaban el cabello… hasta que sentí mis labios húmedos. Abrí los ojos y vi a mi tío a mi lado y muy pegado a mí.
- Qué haces aquí?
- Sólo quería estar contigo un rato.
- Donde están todos?
- Abajo conversando… van a comenzar a bailar te cuento.
No entendía porqué estaba ahí.
Me acariciaba la cara con uno o dos dedos y me soplaba muy suavemente el cabello que caía sobre mi frente… cerré los ojos.
- Te gusta?
- Sí. Es muy relajante.
- Y esto? (me dio un beso y sentí su lengua en mi boca)
- Tío!!!!!!
Me sujetó la cabeza y me acercó a él. Me besó tan fuerte que no podía respirar. Traté de zafarme por un rato pero él era muy fuerte y no me dejó hacerlo. Después sólo me dejé llevar por esa lengua que llegaba hasta mi garganta. Me mordía los labios muy tiernamente y comencé a sentir su mano que bajaba mis brazos que intentaban hacer alguna fuerza. Sus manos llegaron a mi espalda y me levantó de un solo golpe. Quedamos arrodillados encima de la cama. Él no me soltaba la boca aún pero sus manos iniciaron un recorrido electrizante. Sin sacarme la camiseta, metió su mano hasta llegar a mis tetas que estallaban en ese brassier. Mis pezones estaban tan duros que podían cortar! Su mano salió de mis pechos para meterse por mi jean hasta llegar a mi cuevita. Cuando tocó el clítoris solté un gemido y dejó de besarme en la boca para dirigirse a mi cuello y orejas… me las mordisqueaba, me lamía el cuello… su mano seguía hurgando mi cuevita nunca antes tocada, forcejeaba con el jean hasta que se hartó y me acostó de un solo movimiento nuevamente en la cama pero mirando arriba.
Solo me levantó la camiseta y me sacó el brassier hacia arriba y …. Esa sensación… mordió un pezón y pellizcó el otro al mismo tiempo, yo no dejaba de gemir… comenzó a chupar como si se fueran a acabar…. Con una mano masajeando mi clítoris y con la otra sobándome las tetas yo ya no podía más. Gemía y gemía.
- Tío no puedo más, siento que me orino…
- Te gusta no? Te gusta que te haga esto????
- Si… siii, siiiii
- Eres una perrita no?
- Tu perrita tío.
En un segundo tuve una sensación muy extraña pero deliciosa en mi vagina y no lo descubrí hasta unos segundos después. Era su lengua que jugaba con mi clítoris y mis labios menores. Una sensación espectacular que nunca había sentido. Sus manos pellizcaban mis pezones y su lengua entraba por lugares nunca antes visitados. Mis piernas dejaron de tener sensibilidad y un temblor me recorrió todo el cuerpo. Fue mi primer orgasmo y él seguía chupando y mordisqueando mi clítoris más duro que una piedra.
Se levanto, me acodó con una almohada debajo de mí, acercó su miembro a mi vagina y comenzó a empujar. Yo estaba tan mojadita que ni sentí la presión que hizo. Llegó a una pared que frenó su fuerza.
- Quiero que me mires cuando te penetre.
Lo miré y empujó tan duro como pudo. Yo solté un gemido que iba del dolor al placer. Se quedó ahí un rato como para que me acostumbrara a la sensación y me besó tan dulcemente que me sentía extasiada. Comenzó un mete y saca que me hacia llegar a las estrellas. ¡Muévete más rápido!, me decía y aunque yo no sabía muy bien cómo, creo que lo hice bien al ver la expresión de su rostro.
Me bombeaba muy rápido y apasionadamente unos minutos hasta que nos vinimos juntos. Metió mi boca completamente en la suya y me lamía diciendo algunas cosas que en ese momento no entendía. Yo estaba en el cielo con una mezcla de sensaciones nunca antes sentidas.
- Nunca te vas a separar de mí – me dijo.
- Nunca tío. Siempre voy a ser tuya.
- Voy yendo abajo, no demores en bajar.
- Bueno.
Me dio un beso espectacular que me dieron ganas de repetir lo que acababa de pasar.
- No te vayas – le dije
- Tranquila que esto lo vamos a repetir pronto.
Comencé a vestirme y me dijo que no me pusiera mis braguitas. Las cogió y las metió en su bolsillo.
- Se van a dar cuenta!
- Nadie se va a dar cuenta – me dijo.
Bajó primero él y a los minutos bajé yo. Todos estaban normal, era yo la que creía que de vez en cuando alguien me miraba. En varios momentos tenía su mano en mi cuevita metiendo sus dedos lo más profundo que podía, en la cocina, saliendo del baño… en donde nos cruzábamos me daba pequeñas dosis de placer.
Mis primas me decían que sudaba mucho y sólo les decía que era por el calor que hacía… si supieran que era por lo caliente que estaba!
Una tía se sentó a mi lado en el jardín y comenzó a hablarme de mil cosas. Mi tío se sentó al frente y sacó la mano del bolsillo y se puso los dedos en la nariz y los olió profundamente. Lo miré y sonreí. Mi tía ni se inmutaba! Después mi tío me miró y con los dedos me hizo señas para que separara las piernas pero yo no me animaba. Me dirigió una mirada como obligándome y las separé un poquito. Se seguía oliendo loe dedos y me señaló que las separara más de lo que estaban y sin pensar en el mundo, lo hice! Una descarada!!!! Me miró abajo y torció los ojos. Reaccioné cuando vi que mi papá se sentaba a su lado para conversar. Casi muero del susto! Sonreí y seguí conversando con mi tía que no sé qué me hablaba en ese momento.
Continuará……

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