Una vieja prima de mi mujer.

Después de una semana, aquel comentario se me había olvidado, especialmente porque pense que era una broma.
Un lunes recibí una llamada de la prima Vane, y me dijo: Ven a mi casa cuando salgas de trabajar, se que te queda fuera del camino, pero creo que será muy valioso lo que tengo que decirte, no le digas a Rosmary porque se trata de ella.
Intrigado y también por respeto a la prima, más de veinte años mayor que nosotros, decidí visitarla aquel día, pasé por un pastel y llegué a su casa muy cortesmente le entregue el pastel y lo llevó a la cocina al mismo tiempo que me contaba que su hija se había mudado con su hermana a otra ciudad y que estaba sola, pense que cortaría el pastel y me ofrecería café. Pero en vez me entregó un whiskey ya servido.
Lo tome y nos sentamos en la sala, note que había una música instrumental y que la casa olía muy bien.
Se sento a la par mía en el otro extremo del sofa, y subio una pierna sobre el mismo diciendome "salud", bebí un poco y me empezo a preguntar por mi problema con Rosmary, le dije que no había problema, pero que muy a menudo me evitaba, que siempre le dolia la cabeza, los pies, las manos, etc. Que siempre era cariñosa, que quería abrazarme, pero que cuando intentaba pasar a más, siempre se refugiaba en supuestas enfermedades, que me decia perverso y que yo solo pensaba en el sexo. Pero que a partir del problema que tuvimos yo sentía que estaba mejorando mucho.
Me ofrecio hablar con ella y me dijo que mi problema principal era la falta de discresión, que intentara no buscar esas cosas afuera de la familia. No pude evitar reirme, y me contuve de decirle que sus preciosas hijas ya no estaban en la ciudad. Después de una larga conversación, note que su falda estaba subida y que dejaba ver la orilla de su tanga.
Si tanga. Aquella situación, me tenía un poco incómodo estaba claro lo que Vane pretendía, jamás hubiera pasado por mi mente, pero en aquel momento al calor de los tragos ya empezaba a imaginar como sería desnuda, podía ver sus vellos púbicos a través de la tanga y ella buscaba una posición mejor para enseñar.
Despúes de unos tragos y una larga conversación, en un momento en que las confesiones habían pasado. Se cambió el vaso de una mano a la otra y me agarrando mis huevos me dijo, entiendo que estan muy desatendidos, se corrió sobre mí y me acerco la cara, titubié un poco pero le di un beso que se alargó más de lo que esperaba.
No se donde dejó el vaso, pero cuando nuestras caras se separaron ya me había desabrochado el pantalon y tenía mi pene afuera. Inmediatamente bajó su rostro y empezo a mamarme, aquella situación me tenía aturdido. Pero lo estaba haciendo muy bien, la mamada estaba deliciosa. Así que me recosté y la dejé hacer su tarea. Lo hacía de una forma magistral, me acariciaba los huevos, chupaba exquisito pero por etapas, como para que ni se me ocurriera tener un orgasmo, me lamía todo el largo de la verga, lengueteba los huevos y despues hacia medias espirales con la lengua en el tronco, para dar unos cuantos chupetones en la cabeza del pico.
Se detuvo, y se levantó a servir otros dos whiskeys bien cargados, yo aprovechaba para componerme la camisa, cuando me dijo, No, quitate el pantalon. La miraba el rostro, parecía que me daba una orden, Vane tiene los surcos de la edad bien marcados en la cara, las mejillas un poco caidas, las famosas patas de gallo en los ojos, pero una mirada que hace olvidar todo, una mirada de sensualidad y ternura que opacan los efectos de la edad en su rostro. La verdad su sensualidad siempre había estado en esos ojos y ahora la podía ver con toda claridad. Tan pulcra, tan arreglada, tan correcta, tan autosuficiente, como si siempre estuviese al acecho.
Le pedi que se desvistiera y bajo el tono de la luz para hacerlo, pero la verdad hubiese preferido que la luz quedara con toda su fuerza, quería verla. No se que clase de sentimiento tenía pero quería verla desnuda. Me impactó que a sus sesenta y pocos estuviese tan bien, sus piernas se veían muy bien, con unas venas azules que adornaban como enredaderas la parte posterior de sus rodillas y bajo sus nalgas, pero estaban firmes, no era gorda como a veces pense, simplemente sus senos grandes descansaban un poco sobre el abdomen, los pezones los tenía de maravilla, grandes. Me haló hacia ella y me dijo, no vienes a juzgarme, porque yo te voy a juzgar a tí.
No tuve comentarios, pero me encanto aquel abrazo desnudo, me encantó sentir sus pezones en mi barriga, me encanto aquella calidez de su boca buscando la mía. Se sentó en la mesa de centro de la sala, y me empezó a besar el estómago, la ingle, mis piernas, como si o se atreviese llegar a donde quería. Recostaba su mejía contra mi pene, mientras su lengua urgaba todo el contorno de donde inicia.
Me sentó en el apoya brazos del sillon y me empujo para atras para recostarme en el, se sentó en el suelo y me decia, yo estaré aquí para darte consuelo sin problemas, para mantener tu matrimonio sin inconveniente, llamame cuando me necesites.
La orilla del apoya brazos del sofá me quedaba a la altura de mis riñones, ella levantó los huevos y pasaba su lengua entre mis nalgas apretadas una contra otra, sin alcanzar mi orificio, se detenía abajo de mis huevos para lamer, aquellos lenguetazos me corrían por toda la espina dorsal. Su cabeza metida entre mis piernas pero su mano no dejaba de masturbarme lentamente, con un vaiven como de olas en un már tranquilo.
YO empezaba a escupir mucho liquidos pre seminales y ella al notarlo, lo embadurno haciendo aquel liquido más abundante con su propia saliva, para ponerlo entre sus pechos. Me incorporé y ella se recostó sobre el sofa. Me senté sobre ella cuidando no dejar caer mi peso, y empece a sobar mi pene entre sus deliciosos pechos, no eran duros, pero tampoco completamente flácidos, me parecían exquisitos, era una experiencia nueva, coloco la barbilla sobre su pecho para darle un chupón a la cabecita de la verga cada vez que salia del otro lado, los liquidos erán más abundantes, ya le llegaban al cuello y mojaban mis huevos contra su vientre.
Me pidio que cambiara de posición, que hiciera lo mismo pero que en la otra dirección, porque quería chuparme los huevos; me di vuelta, poniendole los huevos en la boca, pero ella me dijo, tu pene aquí, ofreciéndome de nuevo sus pechos, le tome los pezones los aparte y envolví mi verga, pero mis huevos no llegarían a su boca. ¡Mo ojete! Ella ya parecía saberlo, sin más empezó a lamerlo con lentitud pero decisión, pasando la lengua con fuerza por toda la orilla. Institivamente detuve mi veiven, para disfrutar de su lengua, la pasaba extendida a todo lo largo de mi huyuelo, pegaba sus labios a la orilla y empezaba a besarlo, insertando su lengua y moviéndola en circulos, luego hacia el otro lado. Era una chupada de culo, que jamás me habían dado.
Empecé a moverme sobre sus pechos, y le apartaba el culo de su boca, cuando regresaba cerca me soplaba el orificio y podía sentir lo fresco entre mis nalgas como brisa en todo el cuerpo.
Estaba muy caliente y decidí que era momento de penetrarla, porque podría correrme antes de tiempo.
Me aparté y la quise penetrar, me dió un beso largo y delicioso mejor aún que el primero, y me dijo hoy no tocarás nada aquí adelante, quedará para la próxima si deseas volver, si quieres me penetras atrás.
Me quedé sorprendido, aún hoy no entiendo las razones que tuvo, pero no lo dude ni por un momento, se recostó sobre el sofa unté mis dedos con mucha saliva y se los puse en el culo, no quisé devolverle ninguna de las caricias que me había dado, no por falta de deseo, sino porque pense que no podría aguantar más y eyacularía encualquier momento, inserté un dedo en su esfinter, con la saliva se fué fácil, despues de unos instantes metí el otro dedo y si esperar más coloque la punta de la verga entre sus nalgas y la empuje con fuerza, oí un tronido como de un ligamento roto y un grito de dolor, pare en el acto, pero me dijo: no papi, sigue que está delicioso, es que tenía tanto tiempo de no sentir esto.
¿Te lastimé Vane?- No, sigue por favor.
Y empece a moverme con fuerza, aquel hoyo parecía de quinceañera. El culo tiene la particularidad, que hace que uno dure mucho más, porque la presión la hace el esfinter y éste le queda a uno de media verga para el tronco, en eso no había pensado. Asi que aquel orgasmo que tenía en la puerta, fue diferido veinte minutos manos, durante los cuales, sacaba todo mi pene y me detenia para ver como le entraba cada centímetro, VAnesa estaba en la gloria. Si bien me había cogido varias mujeres por el culo, no sabía que pudieran disfrutar tanto por esa vía. Le saque la verga y le introducía solo la mitad, a veces se corria por todos los jugos que tenía entre las piernas y a veces por sus nalgas hacia arriba, pero finalmente lo enzartaba y lo dejaba ir, hasta que finalmente en un abrazo de oso, la deje ir hasta donde el orificio me permitió, descargándole toda la leche en el fondo.
Cuando saque la verga, ella se dió vuelta y empezó a mamarmela a comerse todos los jugos, me limpió con su lengua los huevos y mi ombligo, la ingle y toda la parte de enfrente, se paró y me dió un beso, no parecía ni cansada, sirvió dos tragos y cuando me iba a vestir, me dijo, mira ese es uno de tus grandes errores, no te vistas, ve al baño lavate bien el cuerpo pero no mojes tu pelo, sólo despues tocas tu ropa. Cuando salí del baño, me dijo vistete y vente a comer que he preparado la cena, llama a tu casa, diles que estas conmigo y que vas a cenar porque no te dejare que te vayas sin hacerlo, dile a mi prima que la próxima vez no toleraré que no venga cuando los invito.