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Zorras

pobrecain Relato enviado por : pobrecain el 09/02/2014. Lecturas: 7831

etiquetas relato Zorras   Amor filial .
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Resumen

¿Dónde termina la devoción y comienza la obligación?

En una casa con dos zorras, por fin el macho encontró el mejor de los amores…

Elena, era la mayor de las putas de la comarca y su hija Julia le seguía los pasos de cerca, tan solo la angelical Mar se salvaba pero Adonis ignoraba que al fin obtendría una gran recompensa por sus sacrificios.




Relato

En nuestra casa todas las mujeres somos unas zorras.

Estamos tres mujeres en casa; Elena nuestra madre que tiene 54 años, Julia mi  hermana que tiene 30,  13 más que yo y la niña de la casa que tengo 17.

Mi madre cazó a mi padre al decirle que estaba embarazada.

Él no lo dudó; Elena era y es la mujer más ardiente de la comarca y aprovechaban cualquier momento para echar un polvo y después de tres años era casi lógico que en un momento u otro eso pasara.

Se casaron y se quedaron a vivir en una casa en la hacienda del abuelo donde mi padre comenzó como bracero; cuando nació mi hermana, su mata de pelo rojo y los ojos muy separados evidenció lo que algunos sospechaban, resultó ser igual que el hijo de uno se los socios del abuelo que la había pretendido años atrás.  Puede que dos o tres antes de que apareciera mi padre.

Desde hace un año, mi padre me acompaña los días de fiesta a la ciudad con su moto para que vaya a la discoteca; es un hombre alto y apuesto a sus 55 años, a pesar de trabajar en el campo se conserva bien y es que no es lo mismo estar de bracero que ser el capataz en plan moderno, con móvil  Tablet y una moto de cros o un todoterreno para ir por el campo.

No sabía porque tenía que acompañarme, podía ir con otros jóvenes del pueblo a una que está más cerca aunque esa a la que voy me gusta mucho y desde hace un mes suele entrar y se toma un par de copas mientras me lo paso en grande con un grupo de amigos que nos hemos ido conociendo.            Una tarde me dijo una de las chicas si me había fijado en ese “hombre maduro” que no nos quitaba ojo.

            .- Si pudiera me lo follaba.              ¡Está tremendo!       Esas canas me recuerdan a “Michael Douglas” y a mí no me importaría ser su “Sharon Stone”

Le respondí un tanto airada que se trataba de mi padre y ella me respondió.

            .- Pues si yo tuviera un padre así y pudiera, mi mamá dormiría en el descansillo de la escalera.

Me dio que pensar porque es cierto que tiene su morbo, cuando regresamos, me agarro fuerte y noto como mis pechos se clavan en su espalda y mi entrepierna se humedece pero nunca he notado que reaccionara aunque mi hermana y madre si me miran mal algunas veces.

Las semanas siguientes lo sacaba a bailar pero decía que los bailes modernos eran muy raros y se quedaba mirando; cuando sonaba música melódica la bailábamos juntos y me apretaba mucho contra él, notaba que se excitaba pero no me decía ni hacía nada.

Una tarde le pedí que fuéramos al monte; a una de las casitas que ocupaban antes los pastores y que esta acondicionada como refugio para los excursionistas que vienen a la sierra en invierno, quería preguntarle algunas cosas sin que nadie nos interrumpiera y aceptó gustoso, al llegar sacó una botella de jerez de un armario que estaba oculto como si fuera parte de una viga y sirvió dos copas, ofreciéndome una preguntó.            ¿Qué quieres saber?

Una de las chicas de la discoteca opina que eres un hombre muy atractivo y si te miro sin pensar que eres mi padre he de darle la razón, pero se trata de que he oído rumores y no me gustan, claro que es posible que si me aclaras que hay de cierto pueda pasar página sin problemas.

            .- ¿De qué rumores se trata?         A la gente le cuesta poco inventar y más en un pueblo como el nuestro donde todos creen conocer a los demás.

Oí decir que eres un pichabrava, también que Julia no es hija tuya y que no te llevas nada bien con mamá y la verdad, no sé qué pensar; nunca os veo tontear ni muestras de cariño.   ¿Es cierto algo de eso que dicen?

Me sorprendió con lo que me dijo a continuación.

            .- Casi todo lo que he vivido en este tiempo es tan sucio que solo se puede explicar con palabras sucias y no me gustaría violentarte.

Le contesté que lo contara como quisiera, el lenguaje no me iba a incomodar y seguir con las dudas seguro que sí.

            .- Una parte si es cierta, ahora te contare porque nunca me separé y sigo viviendo con tu madre y esa hija que se seguro que no es mía.      Lo principal, es porque tu abuelo es además de una buena persona el más rico de este pueblo y me pidió que lo ayudara a controlar a la puta de su hija y en compensación me nombró capataz primero y gerente después de su hacienda, como tu madre es hija única y nos casamos en régimen de “gananciales” la mitad de todo esto es mío y bien que me lo he ganado en estos años.

            .- Esas zorras me deben mucho.    Soy un cabestro pero no cualquier cabestro.     

            .- Tu madre es una puta que siguió viéndose con el padre de Julia y se negaba a follar conmigo aunque nos acostábamos juntos cada noche y muchas de ellas olía al otro macho.

Déjalo papá no es necesario que sufras más, ahora estoy yo que te quiero y no dejaré que te hagan daño; quería saber pero no que lo pases mal.

Pero mi padre continuó su relato como si nada.

            .- El día que Julia cumplió los 14  hice lo que llevaba tiempo pensando, la envié con los abuelos a Tenerife en una excursión de dos semanas que organizan cada año para ellos y algunos de sus parientes, incluyendo a algunos jóvenes también.               Marchaban al día siguiente desde Barcelona y esa noche até y violé a tu madre hasta quedarme a gusto.                   Hable con el segundo capataz y le dije que también nosotros estaríamos fuera esos días y nos pasamos las dos semanas en la casa, ella con una cadena en el tobillo atada al radiador de la calefacción y cada vez que tenía ganas me la follaba y siempre sin condón.

            .- Cuando regresaron los abuelos y Julia, les anuncié que Elena estaba embarazada incluso antes saberlo con certeza y  soltarla, para que no pudiera decir otra cosa, como era lógico calló lo de la violación continuada; en un juicio público habrían salido muchas cosas a la luz, como por ejemplo las pruebas de paternidad de Julia o como se explicaba que un hombre tan trabajador y formal como yo recurriera a la violación para estar con su devota esposa.

            .- Como no tomaba nada quedó realmente preñada de ti y me alegro pero no era ese el motivo principal.        Quería que sufriera vergüenza ante su amante al tener que explicarle que estaba embarazada del cabestro.

            .- Nos dieron los parabienes todos en la comarca, algunos con algo de cachondeo al recordar el embarazo que dio lugar al nacimiento de Julia, pero lo cierto es que incluso el párroco nos felicitó y le recomendó a Elena que tuviera cuidado al tener una edad respetable; entonces ya tenía 38 años.

            .- Naciste tú con los ojos azules como mi madre y mi hermano y como yo mismo, además de esos hoyuelos que se nos hacen al reír a todos los de mi familia y nadie dudó que tú eras realmente mi hija y eso hizo que tu madre te tratara con desdén, pero cuando le dije que hablaría con el abuelo para enviar a Julia a un internado en suiza, donde educan a las chicas como si fueran marquesas cambió su actitud aparentemente, pero nunca deje de controlar sus actos.

            .- Tu hermana siguió los pasos de tu madre; un día, cuando tenía 22 años la sorprendí con dos tipos que le estaban dando de lo lindo en nuestra propia casa, saque unas fotos antes de interrumpirlos y echarlos a la calle a ellos amenazándolos con la escopeta, que por si acaso descargue para evitar un accidente.

Mi padre se sirvió otra copa y después de tragar la mitad continuó con la mirada perdida mientras yo que estaba excitadísima me tocaba sin que me viera al estar sentados frente a una mesa.

            .- Antes de que se vistiera le pregunté.    ¿Qué es lo que te estaban haciendo esos mamarrachos? Y en lugar de avergonzarse respondió.         • No tanto como me gustaría; entre los dos no me dan lo que necesito para sentirme una verdadera mujer y es que en este pueblo ya no quedan hombres de verdad.

            .- Sin pensar, me eche encima suyo y comencé a besarla, la muy puta me mordió el labio pero no para defenderse; quería que tuviéramos sexo duro y eso le di, primero un par de palmadas en la tetas para que tuviera en que entretenerse y después le di la vuelta y se la enchufé por detrás sin miramientos en la vagina que le chorreaba como a una perra; la muy puta en lugar de quejarse decía.          MÁS.   DAME MÁS.                        QUIERO MASSSSSSSS.

            .- Le seguí dando hasta que le fallaron las piernas pero la sujete para no salirme, se estaba corriendo la muy zorra y seguí dándole incluso después de correrme hasta que ya no pude más, entonces le di la vuelta otra vez y poniéndole el cinto alrededor del cuello le dije.

            .- Me la mamaras pero con mucho cuidado, si me muerdes te aseguro que los dos lo lamentaremos; tu madre llorara la perdida de una hija, y la mía me traerá tabaco a la cárcel.

            .- Verla arrodillada y con la misma mirada de vicio que pone su madre cuando nos cruzamos por el pueblo con Rufo el padre de Julia; me convenció que no tendríamos problemas como en realidad fue; es una experta mamadora y no se a cuantos antes que a mí se lo había hecho pero fue jugando con el capullo como si fuera una piruleta antes de engullirlo y meterlo hasta el fondo, dejando ahí la verga hasta que creció todo lo que podía y fue entonces cuando comenzó a follarse la boca como si lo hiciera todos los días y además lo necesitara.

            .- Correrme en su boca fue una gozada y me dio la idea de lo que esa misma noche le hice a tu madre; desde aquellas dos semanas en que tan bien lo pasé ya no tuve problemas para tener sexo con ella aunque lo tenía que exigir; solo tenía que mostrarle esa cadenita que llevo con el reloj que me dio mi padre antes de morir y esa noche cambiaba las sabanas y se ponía lencería de puta como ella misma la llama.

            .- Cuando me di por satisfecho le dije a Julia que se vistiera y que ya nos iríamos viendo pero que si le decía algo a alguien tendría un disgusto, además de asegurarle, que si me enteraba que se acostaba con otro sin que yo lo autorizara le daría tal paliza que no reconocerían su cadáver más que por los dientes.

            .- Esa noche le mostré la cadenita a tu madre y vi cómo se sonrojaba, resulta que a la muy zorra le gusta verse sometida y desde que me di cuenta, cada vez que le comunico por ese medio que tendremos sexo se chorrea de gusto.   En cuanto os acostasteis comenzó la fiesta.                   Vuestras puertas solo se cerraban esas noches y en concreto fue ella quien lo hizo pero solo la tuya; no esperé a llegar a la habitación y en el salón ya le di unas zurras para que entrara en calor, aunque se queja le gusta que le de algunos azotes.

            .- Le arranque la ropa y la tiré en el sofá; mirándome con su cara de vicio me saque la polla que apoye en sus labios; se hizo la digna y no abrió la boca hasta que le pellizque un pezón como si quisiera arrancárselo y entonces sí que comenzó a comportarse como ambos estábamos deseando, me la estuvo mamando hasta que me corrí y tardé bastante porque hacía apenas dos horas que lo había hecho dos veces con tu hermana, entonces la agarré de la mano y fuimos a la habitación; me tendí en la cama y le hice que me follara como la puta que es; cabalgando como una posesa alcanzó un orgasmo que no dejé que terminase, le estuve martirizando el clítoris hasta que se derrumbó sobre mi pecho sacudida por tremendos espasmos hipando y jadeando como una cerda.

            .- Al abrir los ojos y levantar la mirada vi a tu hermana apoyada en el marco de la puerta, tu madre se giró y al verla se alteró un poco, le hice señas con la mano para que se acercara y palmeé la cama junto a mí para que se sentara; aparté a tu madre y quedó al descubierto mi verga que estaba morcillóna, Julia se dobló y comenzó a darme lametones hasta que estuvo en condiciones otra vez y ante la atenta mirada de tu madre se folló la boca hasta que se atragantó en un par de ocasiones logrando otra eyaculación pero evidentemente menor que las anteriores.

            .- Tenías entonces ocho años y no lo recordaras, pero la cadenita seguro que si la has visto más de una vez; desde ese día la empleo como señal para las dos y cada vez que la muestro a alguna de ellas la otra se quita de en medio y mientras eras niña si estabas en casa te entretenían y si dormías se encargaba de que no aparecieras y nos sorprendieras, pero cuando la mostraba a las dos se esforzaban al máximo para satisfacerme tratando de ser cada vez mejores como equipo.

            .- Un año después Julia conoció a Marcos y me pidió permiso para salir con él, lo que sabes de él, es un buen chico de la ciudad y ahora tu cuñado, lo que desconoces es que ese nombre me hizo mucha gracia porque según rezan algunas tradiciones es el patrón de los cornudos o cabrones y me vino a la cabeza una coplilla que dice así y que alguien había cantado cerca de mi alguna vez.

Dichoso puede llamarse

El que con cuernos tropieza

Porque mueve con los pies

Lo que otros con la cabeza.

            .- El tal Marcos parecía una buena persona pero pensé que para que lo encornara otro.   ¿Quién mejor que yo?          Y seguí siendo quien más y mejor se follaba y sigue follando a tu hermana que todas las semanas bien a verme al menos un par de veces para encornar a su Marcos.         Tu madre a pesar de sus 54 años si bien ya no va tanto con el tal Rufo sigue siendo una viciosa de mucho cuidado y ahora cuando le muestro la cadena no espera ni a terminar lo que estemos haciendo, se saca parte de la ropa y lo primero que hace es comerme la polla y después cualquier cosa que se me ocurra.

            .- Julia, como sabes ya hace dos años que se casó con Marcos y en ese tiempo ninguna semana ha faltado a su cita, incluso cuando tiene la regla acude a comerme la polla y que le dé su ración de leche, antes de encularla y llenarle las entrañas de polla hasta que me corro de segundas en ella.

            .- Y ahora que ya sabes la verdadera historia.     ¿Qué opinas de los rumores?

A lo que dice mi amiga le tengo que dar la razón, ahora te veo más como hombre que como padre y creo que tengo que remediar eso, en cuando a lo que me has comentado de mamá y Julia, ahora entiendo porque me miran mal cuando nos ven juntos; no me molesta porque también yo quiero conocer al verdadero Adonis.    ¿Me dejaras?

            .- ¡No!            ¡No pienso follarte!             No como a esas perras, porque con Julia al no ser hija mía y ser tan puta me resulta fácil follarla pero a ti no.

No papá, no quiero que me folles, lo que quiero es que me hagas el amor de la forma más tierna que puedas, quiero que comiences a hacer eso que estoy seguro te habría gustado y que hasta ahora no has podido hacer, déjame que te abrace y quiéreme.

Fui a sentarme en sus rodillas y tomé un sorbo de jerez, muy apretada contra su pecho lo deposité en sus labios que se abrieron para recibirlo y ahí comenzó la que fue con diferencia la mejor tarde de mi vida, notar como su humanidad crecía contra mi muslo; acaricié su verga con una mano mientras me dejaba transportar por la calidez de su boca que me estaba sorbiendo el alma en ese beso que no se acababa ni lo deseaba.

Me alzó con sus poderos brazos y me llevó a una de las habitaciones, me dejó sobre la cama y me cubrió con su cuerpo sollozando, tomé su cara entre mis manos y seguí besándolo hasta que comenzó a tratarme como a la mujer a quien también él ama.            Notarlo dentro de mí fue impresionante y cuando al poco perdí el mundo de vista en medio de tremendos espasmos que recorrían mi cuerpo pensé que eso debía ser la Gloria, me dejó disfrutar de ese momento sin apartarse pero sin mover ni una pestaña, me sentía arropada y protegida por él.

Al rato continuamos y después de varios orgasmos salió de mi para eyacular sobre mi vientre; agarré su verga y torpemente lo fui pajeando hasta quedar escurrido del todo; me moví para quedar encima suyo e intentar seguir, siendo yo en este caso quien llevara la iniciativa pero me apartó con mucha delicadeza y me dijo.

            .- ¿Conservas esos condones que te hice comprar tiempo atrás?

Con mi madre nunca he hablado de sexo y ha sido mi padre quien se ha preocupado sin agobiarme de ir aclarando algunos temas; hace unas semanas me dijo que tuviera cuidado con lo que hacía con los chicos, y que si bien no le hacía gracia pensar que tuviera sexo tan joven, prefería que lo hiciera con precaución, por ello me dio 20€ para que comprara algunos condones y que los llevara siempre por si surgía algo y que si no los empleaba los cambiara una vez al mes.

Los tenía en el bolso, fui a por él y de paso me limpié con unas servilletas, de regreso a la cama y después de limpiarla un poco, cubrí su verga con uno de esos condones y por primera vez hice aquello con lo que tantas veces había fantaseado.      Hacerle el amor a mi padre.           Dejó de ser una fantasía para convertirse en una preciosa realidad.

            Han pasado unos meses y seguimos haciendo el amor en su cama y con conocimiento de las otras dos zorras de la casa.          Ahora me respetan porque conocen el poder que tengo y a pesar que sigue follándolas, el amor solo lo hace conmigo.

© PobreCain

 

Agradecería cualquier tipo de comentario, tanto aquí en la página, como a mi correo pobrecain@gmail.com.


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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 21:31) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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