Alea jacta est

Pero lo cierto es que ella me propuso aceptar y me colmó de halagos y fantasías insatisfechas realizadas por mi en momentos eróticos.
Sé que fue feliz aunque el final fue intencionado por cuernos del hombre .
Ella se sintió traicionada y me conoció a mi .
Somos casi de la misma edad y eso le va mejor . Mi posición económica es más favorable.
Los dos venimos de anteriores relaciones y sabemos comprender .
Por eso , por lo cansino del asunto y por desear lo mejor para ella y satisfacer mi cur¡osidad , consentí el acto y nos citamos en un hotel.
Acudimos los tres , yo iba de pasivo.
Ella se puso sus mejores galas y estaba espléndida .
El trato fue correcto todo el tiempo y el coito transcurrió lento , sensual , con muchos besos apasionados y con una despedida con promesas hoy incumplidas.
Ella desea mantener dicha relación al menos una vez al mes y hacer doblete .
Ya llevamos dos sesiones y me voy acostumbrando.
Lo ciertoes que ella me lo paga con creces al llegar a casa y se está volviendo viciosa .
Ahora pretende que le chupe la vulva después de haber estado con él.
Me parece una guarrería pero ella insiste y me dice que me acostumbraré.
Que dichas prácticas otras parejas las hacen y son beneficiosas para mantener alta la libido.
Sólo sé que llevo una temporada que me la estoy cascanodo más de lo normal.