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Carlos y Claudia

Relato enviado por : Anonymous el 11/04/2013. Lecturas: 4896

etiquetas relato Carlos y Claudia   Tríos .
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Resumen
Una aventura de fin de samana de playa, con emosicionantes sorpresas y mucho sexo con mi extraordinaria esposa Claudia.


Relato
La historia que les voy a contar a continuación es verdadera y aconteció hace aproximadamente un mes. Mi nombre es Carlos, tengo 36 años, llevo cuatro años casado con Claudia, ella tiene 26 años y es una hermosura de mujer, piel blanca, cabello negro azabache, con un cuerpo fenomenal, tiene la misma estatura mía 1.82 metro.

Era vienes por la noche, Claudia acomodaba muy contenta las maletas para salir el otro día temprano a disfrutar unos días de vacaciones en la casa de playa de unos familiares.

-Mi amor mira los trajes de baño que me compre para lucírtelos en la playa, para que no te babes por otra.

-Así me gusta mi amor. Que seas muy sexy y que siempre me mantengas muy enamorado. Con ese descomunal cuerpo que te gastas no tengo ojos para otra, te lo aseguro.

-Por eso me gusta arreglarme y vestirme muy sexi para ti mi amor, jamás quiero perderte, dijo esto abrazándome por el cuello y dándome y ardiente beso.

-La tome por los glúteos y la apreté contra mi cuerpo.
Mi pene se puso a millón collon con el rece de su vientre, ara algo que resaltaba mucho en su figura, su pequeña cintura seguida por sus amplias caderas y su vientre espectacularmente plano.

-Epa, epa. Nada de sexo hoy, quedamos en dejarlo para la playa. Quiero tenerte muy excitado y deseoso. Así me tratas más amorosamente. Dijo picándome un ojo y dándome una palmadita en mi pene erecto.

-Está bien mi amor, estoy de acuerdo. Sera como tú dices. Vamos a dormir entonces ya es tarde y nos toca madrugar.

Temprano salimos de casa. Al mediodía estábamos en la casa de playa. Saludamos a todas las personas que estaban en la casa, amigos y familiares.
Charlamos un rato con todos echamos algunos chistes y nos dirigimos a la habitación para llevar el equipaje.

Claudia acomodo las cosa en la habitación y se fue a cambiar mientras yo terminaba de sacar algunas cosas del carro y bromear con los amigos que habían llegado antes que nosotros.

Cuando entre a la habitación casi me desmayo al ver a mi bella mujer. Estaba despampanante con un traje de baño de dos piezas tipo bikini color negro que realzaba su bella figura.

-Guao, que ricura mi amor, que bello te queda ese traje de baño, tienes un cuerpo perfecto mi amor. Vas alborotar a todos en la playa.

-No seas exagerado mi amor, no es para tanto y si fuese cierto me sentiría muy feliz porque sé que te sentirías muy orgulloso de mi.
-Así es mi amor. Me siento muy orgulloso de ti. Le di un beso y un abrazo y me cambie rápidamente.

Bajamos tomados de la mano muy románticos, volvimos a charlar un poco con las personas que conseguíamos en los pasillos y nos dirigimos a la playa. Al caminar veía de reojo como la mayoría de los hombres volteaban a ver a mi mujer. En verdad esta espectacular.

Nos bañamos un buen tiempo, jugamos, corrimos olas, nos besamos, hasta que comenzó a caer la tarde y un primo se acercó a donde estábamos y nos hizo seña paraqué saliéramos hasta la orilla para hablar con nosotros.

-Primos vengo a invitarlos a una tasca nueva que van a inaurar hoy, es de un amigo de la familia.

-Bueno me gustaría ir pero tiene que darnos media hora para cambiarnos, le dije.

-No primo vamos así mismo, es a horillas de esta misma playa como a un kilómetro de aquí, todos nos vamos caminando así mismo, allá nos bañamos más tarde en la playa frente la tasca.

-Bueno si ustedes van así nosotros también, qué opinas mi amor?

-Bueno para serte sincera yo preferiría no ir, sabes que no me gustan esos bochinches y menos así como ando vestida, me da vergüenza.

-Pero si estas súper bien así prima, si mi novia tuviera un cuerpazo como el tuyo me imagino que siempre andaría en traje de baño.

-Ja,ja,ja, gracias primo por el alago pero en verdad me da vergüenza andar así fuera de la playa y mucho menos ir así a una tasca.

-Pero prima, todos van así, es a orilla de playa, hasta va a ver concurso, franelas mojadas y desfile con muy buenos premios. Vamos se van a divertir mucho, además aquí la gente está acostumbrada andar así.

-No quiero ser aguafiestas primo pero prefiero quedarme en la habitación. Anda tú con ellos Carlos.

-Nada de eso mi amor, si tú no vas yo tampoco, no te voy a dejar solita. Vinimos de vacación para estar juntos.

-Vio prima, ahora el primo tampoco va, que malo.

Claudia nos veía a los dos sin saber que decir. En su cara se veía la contrariedad de sus pensamientos.

-Está bien vamos a ir pero un rato solamente, aunque les aseguro que no aguantare la pena de andar así.

-No te preocupes mi amor, cuando veas que todos andan en trajes de baño igual que nosotros se te pasara ya verás.

Caminamos aproximadamente un kilómetro como había dicho el primo y llegamos a la tasca, no era muy grande pero si un sitio muy pintoresco a orillas de la playa. Entramos y nos sentamos directamente en la barra donde nos estaban guardando unos puestos las amistades del primo. Claudia se sentó muy pegada a mí, quería sentirse protegida en aquel ambiente.

La música comenzó a sonar y todos comenzaron a bailar.

-Ves mi amor, todas las chicas andan en trajes de baño y los hombres también.

-Si mi amor pero yo no estoy acostumbrada, si anduviera en short fuera otra cosa.

-Pero andas bellísima mi amor, no te has dado cuenta cómo te bucean.

-Claro que me he dado cuenta y eso también me molesta, casi me desnudan con la mirada.

Nos sirvieron bebidas a todos y brindamos, no habíamos vaciado la copa cuando volvían a servirnos.

-No tomes muy rápido mi amor, le dije a Claudia.

-Quiero que el alcohol me caliente el cuerpo y me haga desinhibir un poco, ya me estoy sintiendo mejor, dijo ella besándome suavemente.

-Me permite bailar esta pieza con usted prima?

Claudia me quedo viendo y luego le dijo al primo.

-Pero hay mucha gente bailando primo y es espacio es muy pequeño.

-No le pares prima, aquí es así, si te tropiezan tu también tropiezas y listo, dijo sonriente.

Ella no sabía que decir y yo en verdad no quería opinar, abecés Claudia se pone muy necia y le es difícil adaptarse a al ambiente.

-Bueno está bien primo pero una sola pieza y ya, ok?

-Como usted diga mi primita, voy a ser el hombre más envidiado de la tasca, mis amigos andan babeados por ti, pero les he dicho que mucho cuidado porque eres casada. Le dijo al oído.

Los dos comenzaron a bailar, yo los seguía con la mirada y era muy cierto lo que decía el primo, muchos no le quitaban el ojo de encima a mi esposa pero sin faltarle el respeto en ningún momento.

Bailaron varias piezas y regresaron al rato muy sudados a la barra.

-Como te fue mi amor, le pregunte.

-Muy bien, pero hace mucho calor estoy súper sudada, la gente se tropieza mucho con uno, creo que hasta me metieron mano sin poder decir nada y el primo no me quería soltar, es todo un bailarín, dijo sonriendo.

-Pero te vi muy alegre mi amor, no sería tan malo que digamos. Le dije en forma de chiste.

-Señores y Señoras, ahora damos paso a nuestro certamen de belleza, para elegir la madrina de la Tasca, la cual gozara de la exclusividad de bebidas y comidas gratis por un año para ella y cuatro acompañantes. Dijo una voz por el micrófono.

Todo fue un revuelo por unos minutos, las mujeres corrían de un lado al otro.

-Por qué no te inscribes mi amor, le dije a Claudia.

-Ni se te ocurra mi vida, yo no voy a estar desfilando entre todo este poco de buzos que hay aquí.

-Pero estoy seguro que ganarías mi amor y así tendríamos todo gratis por una año, no está mal verdad?

-Si pero no me atrevería, más bien vamos a salirnos de aquí antes de que vengan los primos a tratar de convencernos.

-Bueno si eso es lo que quieres será si mi amor, vamos a caminar un rato por la playa y regresamos más tarde, pero te aseguro que hubieses ganado el certamen.

Nos dirigimos hacia la puerta de salida, pero no habíamos llegado allí cuando un joven alto y fuerte se de piel morena nos cortó el paso.

-Disculpe, pero no quisiera que se marcharan aun, me llamo Juan y soy su anfitrión. Soy muy amigo de sus primo y por petición de ellos le suplico que no se vallan.

-Hola Carlos mucho gusto de conocerte, en verdad te admiro por tener tan buen gusto.

-Hola Claudia, con todo el respeto que se merece tu esposo aquí presente quería ver en persona si eres tan bella como tus primos me habían comentado y sinceramente creo que se quedaron cortos.

-Muchas gracias por el cumplido Juan, es usted muy galante pero un poco exagerado. Ah ya me imaginaban que iban a intentar algo los vagabundos eso, dijo Claudia sonriendo.

-Ellos me pidieron que por favor los convenciera para que concurse en el certamen y que todo quede en familia. Claro si los dos están de acuerdo.

-En verdad yo si quería que ella compitiese, sé que si lo hace ganaría, pero ella no quiere y yo sería incapaz de obligarla.

-No obligarla nunca jamás, dijo Juan. Vengo a convencerla. Yo también estoy seguro de que usted ganaría el concurso y como dicen sus primos todos quedaría en familia porque ellos son como mi familia y usted al ser su prima pasaría a ser mi familia y así cada vez que quieran venir a la playa saben que tienen comida y bebida gratis por un año, que dicen?

Juna nos quedó viendo a los dos con cara de complicidad.

-Está bien Juan voy a competir y espero no defraudarlos, voy a poner todo mi empeño como en todo lo que hago, pero si gano quiero que me prometa que mis primos van a disfrutar el privilegio durante todo el año, piénselo bien y dígame si está de acuerdo.

-Estoy muy de acuerdo, ellos son como mi familia, si ganas que estoy seguro que lo aras, ellos disfrutaran gratis comidas y bebidas cada vez que vengan a beneficio de su bella prima. Con mucho respeto hacia su esposo.

-Donde hay que inscribirse, pregunto Claudia.

-Ya estas inscrita, fuiste la primera, yo lo hice personalmente por petición de uno de tus primos.

Gracias contestamos los dos casi al mismo tiendo. Estrechamos nuestras manos en señal de acuerdo y volvimos a dirigirnos a la barra.
Al llegar nos dimos cuenta de la cara de satisfacción de los primos y amigos, creo que ya lo tenían todo planeado.

-Qué bueno prima, ya nos sentimos ganadores, ya sabíamos que no nos podía fallar.

-Creo que ya esto lo tenían planeado de antemano. No creo en las casualidades primo.

No había pasado ni 20 minutos cuando llamaron a las concursantes. Eran un total de 22 chicas, no he de negar que hubiera varias hermosísimas y de cuerpos casi perfectos, había para todos los gustos.

-Suerte mi amor, le dije a Claudia dándole un dulce beso.

Ella se encamino muy decida. Eso sí tenía ella que cuando decidía hacer algo lo hacía bien hecho y se entregaba completamente.

Todas las chicas comenzaron a desfilar, los aplausos decidían quien se iba y quien se quedaba, al rato solo quedaban seis finalistas muy preciosas todas, pero mi Claudia resplandecía entre ella con luz propia.

Hicieron un nuevo desfile y los aplausos decidieron dejar solo a dos finalistas, Claudia y una chica rubia muy bella.

-Para finalizar y escoger a la ganadora las dos participantes deben someterse a la prueba de la franela mojada.

Inmediatamente vi la cara de sorpresa que puso mi Claudia, su mirada busco a la mía como diciendo que eso era demasiado atrevido. Yo me encogí de hombros y le hice señas para que lo hiciera, que no iba a pasar nada. Su cara estaba muy sonrojada de la pena, Juan se acercó a ella con dos franelillas muy pero muy cortitas y casi transparentes. Ella al tenerla en sus manos casi se horrorizo, me acerque a ella porque vi en su cara que no lo iba a continuar en el concurso.

-Esto es una exageración mi amor mira esto, para eso salimos con las tetas al aire y listo.

-Es cierto mi amor, pero que vas hacer, te vas a retirar cuando eres prácticamente la ganadora.

-En verdad que me da ganas de salirme y listo pero tú sabes que yo no soy de esas personas si acepte es porque voy a llegar al final y además no te voy a defraudar mi amor. Esto lo estoy haciendo para complacerte a ti y a los primos.

-Eso lo sé muy bien mi amor, y me haces sentir muy feliz, soy el hombre más envidiado del mundo, le di un dulce beso para que fuera a cambiarse.

A los pocos minutos salieron las dos con sus franelillas súper cortas, que casi no cubrían sus senos. El público comenzó aplaudir, Juan tomo una jarra y comenzó a mojarle las franelas, la tela era tan delgada y transparente que sus bellos senos se veían completamente, la música comenzó a sonar y ellas comenzaron a bailar, Juan seguía mojando sus senos. El público pedía que el baile fuera más sensual y que las chicas bailaran rozando sus cuerpos una con la otra y así lo hicieron muy sensualmente, sus pezones chocaban con el de la otra chica, ambas tenían los pezones muy erectos, los senos de mi Claudia eran más redondos, grandes y duros que los de la otra chica. Juan alzo la mano de una y otra para buscar los aplausos del público y había duda Claudia era la ganadora del concurso.

Yo inmediatamente me acerque a ella para felicitarla y ella me respondió con un ardiente beso.

-Lo lograste mi amor, sabía que podías, le dije abrazándola y girando con ella como si estuviésemos bailando.

-Gracias a ti mi amor que siempre me apoyas en todo.

-Felicitaciones a la feliz pareja, dijo Juan dándole un abrazo y un beso a Claudia.

Inmediatamente vinieron todos los primos y amigos a felicitarla. Después de la euforia todo volvió a la normalidad y continúo la fiesta.

-Vamos a bailar mi amor, la reina quiere bailar con su rey.

Comenzamos a bailar, el sitio en verdad era muy reducido para la gran cantidad de personas que estaban bailando, nuestros cuerpos rozaban con los demás, abecés hasta chocábamos fuerte con otra pareja pero nadie se molestaba más bien se reían.

-En verdad abecés pienso que se tropiezan con nosotros para rozar tu cuerpo mi amor.

-Yo también lo estoy llegando a pensar querido, dijo ella con una sonrisa de picadilla en los labios.

-Juraría que te gusta lo que está pasando, te excita que te rosen mi amor?

Claudia no contesto, más bien se pegó a mi cuerpo con fuerza y comenzó a besarme el cuello. Esto me puso a millón, mi pene reacciono inmediatamente.

-Si me gusta y me tiene muy editada todo lo que he hecho, creo que esta noche vamos a tener sexo como dos salvajes.

-Huy que rico mi amor, así me gusta, entonces que te tropiecen más aun, dije sonriendo.

Ella me vio con gesto malicioso y sus labios buscaron los míos en un apasionado beso que nos hizo olvidar donde estábamos.

-Vamos afuera mi amor, necesito tomar aire fresco, me dijo Claudia tomándome de la mamo y arrastrándome hacia la puerta de la tasca.

Salimos a la playa y nos metimos al agua a refrescarnos, muchos de los que estaban bailando estaban ahora también bañándose.

Claudia estaba muy melosa conmigo, la conocía muy bien y sabía que estaba muy excitada.
La abrace fuertemente hacia mi paraqué sintiera la presión de mi pene sobre su abdomen y se diera cuanta que yo también estaba a mil.

-Sabes mi amor, creo que no voy aguantar hasta llegar a casa, le dije al oído.

-Creo que yo tampoco mi amor, este ambiente me ha excitado como nunca, estoy eufórica, dijo esto metiendo su mano dentro de mi traje de baño para acariciar mi pene.

-Pero aquí no lo podemos hacer, aunque es de noche ya hay luna llena y se ve todo muy claro y además hay mucha gente cerca.
-Es cierto mi amor, y si caminamos hacia aquellas piedras que están allá, de repente encontramos un lugar despejado donde lo podamos hacer.

-No será peligroso mi amor. Y si alguien nos ve?

-Bueno es parte de la aventura, lo inesperado, que dices, te animas o no?

-Yo hago lo que tú digas mi amor. Yo quiero lo que tú quieras y donde lo quieras para eso eres mi marido. Y si nos metemos en problemas, nos metemos los dos.

Nos besamos un buen rato y decidimos poner en marcha nuestro plan.

Llegamos a las piedras y comenzamos a subir con mucho cuidado, al llegar a la sima vimos una playita despejada entre las piedras, llegamos hasta allí con dificultad por las piedras y nos quedamos paralizados, ya una parejita se nos había adelantado. Nos escondimos detrás de una piedra grande par que no pudieran vernos, estaban tan concentrados que no se percataron de nuestra presencia.

-Mira mi amor que casualidad es Juan con una de las muchas que concurso contigo.

-Si es verdad mi amor y ahora que hacemos, me susurro al oído Claudia.

-Vamos a ver la función en primera fila, que te parece?

-Vamos a espiarlos dijo ella un poco asombrada.

-Claro pero sin que se den cuenta de nuestra presencia.

-Pero no es correcto Carlos y si nos descubren que pasara?

-No nos van a descubrir, además jamás hemos visto una porno en vivo, le dije sonriente.

-Estás loco pero está bien será como tú quieras, ojala no nos metamos en problemas.

-Ven acerquémonos más, vamos a subir a esa piedra, desde allí podremos verlos más de cerca.

Llegamos muy cerca de ellos sin que se dieran cuenta, estábamos muy cerca a escasos cuatro metros.

Los dos estaban totalmente desnudos haciendo el amor sobre una gran roca.

-Tremendo miembro se gasta el Juan le dije al oído a mi mujer.

-Si ya me di cuenta mi amor, solo en películas había visto semejante animal de pene. La chica parece que sufre mucho con el tremendo pene dijo Claudia casi entre diente.

-Yo no la veo sufrir más bien le gusta mucho, mira cómo se mueve sobre él.

-Ahora se lo está mamando, mira lo tiene enorme en verdad mi amor, ni en las películas porno que hemos visto había visto uno tan grande, casi no le entra en la boca.

-Es cierto mi amor, tienes toda la razón, pero insisto en que ella está gozando mucho.

Mis manos comenzaron comenzaron a bajar el traje de baño de mi esposa, ella no opuso resistencia, mis dedos recorrieron su vagina y estaba bañada de flujo, estaba súper excitada. Mis manos separaron sus nalgas y mi legua comenzó a abrirse paso entre ellas. Mis dedos se hundieron en su húmeda vagina, mientras ella no dejaba de ver el espectáculo. Sus caderas comenzaron a moverse cadenciosamente, sus músculos vaginales apretaban y succionaban mis dedos. Subí la parte superior de su bikini y acaricie sus duros senos, sus pezones estaban erectos, se voltio hacia mí y en su cara se veía desencajada por la lujuria, me beso muy apasionadamente, luego se volvió asomar a ver a la pareja y con su mano tomo mi pene y lo dirigió a sus nalgas, levanto un poco el culo y se lo introdujo en la vagina de espalda a mí y sin dejar de ver lo que hacia la parejita. Me culeaba muy rico, su respiración estaba agitada como nunca. La apreté contra mí y le susurre al oído.

-Te excita mucho lo que estás viendo mi amor.

-Si me excita mucho cariño y tú también me excitas, tengo una doble excitación.

-Que es lo que más te ha excitado de lo que has visto?

-Todo me ha excitado, absolutamente todo.

-Te gusta el tamaño del pene Juan?

Ella no respondió, comenzó a culearme con más fuerza.

-Te gustaría tener uno así dentro de ti, le pregunte al oído, mordiéndole la oreja suavemente.

-Con el tuyo me basta y me sobra mi amor. No lo cambiaria jamás por otro.

-Pero si lo tuvieras delante de ti que harías?

-Nada mi vida, ya te lo dije, con el tuyo me conformo. Además no me atrevería a meterme algo así tan grande y largo.

- Me estás diciendo la verdad, porque no te creo. Dicho esto, saque el pene de su vagina y lo metí poco a poco en su ano, ella ni se inmuto, estaba tan excitada que hasta el ano estaba dilatado, comencé s moverme fuerte dentro de su culo, ella también se movía fuertemente.

-Dime la verdad, te gustaría meterte uno así? se sincera?

-Está bien mi amor, si, si, si me gustaría pero no lo voy hacer nunca, nunca te voy a traicionar, mi cuerpo es tuyo y solo tuyo.

-Y si yo te lo permitiera?

Ella paro de moverse y se voltio así mí.

- Sabes que jamás harías eso y sé que tu jamás lo haceptaria tampoco. Ahora cógeme duro y deja de decir tonterías.

Ella comenzó a moverse nuevamente de una forma frenética, mi pene parecía reventarse dentro de su culo, nunca había hecho el sexo así.

-Yo si me atrevería a compartirte aunque sea una vez, me gustaría verte disfrutar con un monstruo de pene como el de Juan, sabes que no sería traición si yo estuviera de acuerdo.

-No pongas esas ideas en mi cabeza mi amor y menos es este momento que me encuentro excitada como nunca.

-Entonces te gustaría hacerlo?

-Hacer que mi amor? Lo que quiero es que me hagas el amor y dejes de decir tonterías, me tienes a punto de acabar.

-No son tonterías, jamás te había visto tan excitada y solo quería hacerte un regalo de placer y lujuria por lo tanto que te amo.

Ella dejo de moverse nuevamente, saco el pene de su culo y se puso de frente a mí.

-Es verdad que estoy súper excitada, por eso es peligroso lo que metes en mi cabeza en este momento mi amor, no quiero dañar nuestra relación por una locura de un momento, te amo demasiado.

-Bueno fue una idea que se me cruzo por la mente. Pero está bien, tu siempre tienes la razón, fue una tontería que se me cruzo por la mente, ven sigamos haciendo el amor y disculpa mis estupideces.

Nos besamos nuevamente, ella tomo mi pene y lo dirijo otra vez a su hermoso culo.

-Quiero que me sigas haciendo el amor por detrás y no son estupideces tuyas, si me gustaría lanzarme un pene como ese, me gustaría mamarlo, besarlo, acariciarlo, sentirlo en mi vagina y hasta en mi culo si puedo, eso era lo que querías escuchar.

-Ya me lo imaginaba, ha beses se lo que piensas. Me gusta que seas sincera conmigo hasta la muerte.

-Y ahora que te lo confesé que piensas hacer?
-Llamarlo para que se una a nosotros o unirnos a ellos, te gustaría hacer una orgia?.

-Pero estas loco en verdad, lo estás diciendo en serio mi amor?

-Claro que sí, muy en serio mi vida, solo si tú quieres también.

-No sé qué decirte, hare lo que quieras y has que no flaquee y te siga el juego por que no se si podré hacerlo. Sabes que jamás he estado con otro hombre. No quiero que pienses después que te traicione.

-No me vas a perder porque no hay traición, yo soy el que te lo está proponiendo, pero si no quieres no insisto más. Solo quería darte una noche de placer como nunca.

-Está bien mi amor acepto, dijo Claudia con los ojos cerrados. Acepto hacer lo que cruce por tu mente pero solo hoy y nunca más ok?

-Está bien será como digas. Vamos a bajar a donde están ellos y nos unimos los cuatro.

-Así de fácil crees que es?

-Claro mi amor déjamelo a mí y veras. Ven tómame de la mano.

-Carlos estas seguro de lo que vamos hacer? pensémoslo un poco más por favor.

-Si lo pensamos no lo vamos hacer, ven vamos, no te rajes.

-Buenas noches Juan y acompañante, perdonen la interrupción, mi esposa y yo tenemos rato observándolos y nos preguntamos si podemos unirnos a ustedes.

-Hola mi nombre es Carlos, hola Claudia, ella se llama Katy. Ya los habíamos visto desde hace rato, pensábamos que solo le gustaba mirar, no pensé que se nos unirían, será un honor para mí complacerlos en lo que pueda.

-Yo la verdad no estoy muy de acuerdo con esto Juan, me siento muy apenada, no quiero que vayas a pensar que somos unos locos, es una locura que se le ocurrió a mi esposo, dijo Claudia.

-No es ninguna locura, es solo sexo amiga mía, al cuerpo hay que darle lo que pida y si hoy te pidió hacer una locura, hay que hacerla y punto, para eso estamos los amigos.

-Lamento estropearles la fiesta pero yo tengo que irme, ya tuve bastante sexo por hoy, Juan es incansable y seguro te va a destrozar como lo hace siempre conmigo amiga, dijo Katy recogiendo su ropa.

-Bueno entonces vámonos nosotros también mi amor, otro día será.

-No por favor dijo Carlos, ella se tiene que ir pero nosotros no, podemos seguir compartiendo, además para mi sería un inmenso honor hacerle el amor a la reina de mi tasca.

El joven se le acerco a mi esposa, la tomo de la y la condujo hasta la piedra en donde estaban haciendo el amor.
Ella volteo para donde yo estaba y me extendió la mano para que la tomara. Yo inmediatamente tome su mano y los tres quedamos muy juntos el uno del otro.
Juan atrajo a Claudia hacia él y busco sus labios para besarla.

-No por favor, mejor no, mejor dejémoslo así, Carlos por favor vámonos.

-Pero Claudia que te pasa mi amor, a que le temes?

-No sé pero tengo miedo de lo que pueda pasar.

-No temas yo estoy contigo y no te dejare nunca.

La bese apasionadamente por unos instantes,

-No te quiero obligar a nada mi amor, lo haremos solo si tú en verdad lo deseas.

-Claro que lo deseo mi amor, dijo viendo a Juan, pero tengo mucho miedo.

-No tengas miedo, yo estoy contigo y Juan es nuestro amigo.

-Está bien, lo intentare, pero poco a poco por favor. Y por favor Juan no pienses mal de mí.

-Nunca pensaría mal de ti, sé que eres una buena chica que quiere experimentar algo nuevo eso es toda.
Dijo juan colocado detrás de ella espero unos instantes a que se calmara y le bajo muy lentamente la parte superior del traje de baño, sus manos comenzaron a masajear sus senos, apretándolos fuertemente, mientras yo la besaba para calmarla, luego le quito la parte de abajo del bikini, mordiendo sus nalgas.

Ella seguía abrazada a mí y de espalda a juan. Yo suavemente le di la vuelta y la puse de frente a juan, ella se quedó viéndolo fijamente a los ojos, aun una de sus manos tomaba la mía. Juan busco sus labio pero ella lo esquivo, su cara giro rápidamente hacia mí, su mano apretó fuerte la mía, Juan tomo su cara con ambas manos y la dirigió hacia la suya, sus labios se juntaron fuertemente, pero ella volvió a rechazar el beso nuevamente, yo la bese en el cuello suavemente y le dije al oído,

-Anda bésalo.

No dijo ella con un gesto de cabeza. La volteé nuevamente hacia mí y la bese suavemente.

-Disculpa mi amor, soy una tonta, sé qué haces esto por mí y te lo agradezco, pero me da mucha vergüenza. Bésame mucho y hazme el amor tu primero, después entra tu Juan.

Hice lo que ella quería, la comencé a besar suavemente hasta que sentí su excitación nuevamente, ella misma busco mi pene y lo dirigió a su entre pierna. Estaba súper mojada, mi pene entro suavemente en su caliente vagina, Juan se acercó por detrás y comenzó a masajear sus bellas nalgas y sus perfectos senos. Nuestros movimientos eran cada vez más fuertes, ya estábamos súper excitados otra vez. Me detuve y la volví a girar hacia Juan, yo incline a mi esposa hacia delante y la penetre por su bello culo nuevamente, esto le excitaba mucho, ella se sostuvo de los brazos de Juan para soportar mis embestidas.

-Mi amor me estas destrozando, que rico me lo estás haciendo, estoy a punto de acabar, no pares, ahhhhhhhhhh que ricoooooo, estoy acabandoooooooooo.

-Voy a salirme mi amor ahora le toca a Juan así que pórtate bien.

-Como tú digas mi amor.

Juan tomo su pene súper erecto como de 30 cents. Y se lo fue metiendo poca a poca en su vagina. Claudia abrió los ojos desmesuradamente como si sintiera dolor, yo seguía detrás de ella besándola por el cuello, Juan envistió nuevamente y Claudia se tambaleo, sentí que sus piernas flaquearon, de su boca salían sonidos roncos de excitación, Juan acercó sus labios a los de ella metiendo su lengua dentro de su bella boca, esta vez ella no se resistió, más bien abrió su boca más para recibir toda la lengua de juan, su pene entraba y salía de su vagina, los chorros de flujo corrían por sus piernas, jamás había estado tan excitada, ahora fueron sus labios los que buscaron a los de juan, se besaban muy apasionadamente, ella soltó mi mano y se abrazó a su cuello para poder besarlo mejor, Juan la tomo de las nalgas y la levanto en vilo, su pene se fue completo hasta sus entrañas, ella grito de dolor y placer pero aun así no dejo de besarlo ni de moverse. El seguía columpiándola en el aire, su largo pene entraba y salía con fuerza. El culo de mi esposa se veía delicioso en la posición que estaba, le hice señas a Juan para yo penetrarla al mismo tiempo por detrás, ella estaba como drogada de placer, me acerque por detrás y le dije.

-Te lo voy hacer por detrás sin que Juan lo saque, así como lo hemos visto en muchas películas, te gustaría.

-Si mi amor hazme lo que quieras.

Dijo estas palabras y su cabeza se fue hacia atrás quedando al lado de la mía, tome mi pene y lo encamine a la puerta de su ano, Juan le abrió bien sus bellas nalgas para facilitarme la penetración, me costó mucho trabajo para que entrara hasta que lo logre, ella gimió y se retorció fuerte contra el cuerpo de Juan, de su garganta salían sonidos roncos de placer, yo casi no me podía mover, estaba muy apretado, me comenzó a mover suave para que fuera dilatando su ano. Sin embargo Juan comenzó a moverse más rápido y fuerte, nuestros penes chocaban adentro de ella, sus piernas guindando en el aire se balanceaban hacia todos lados, yo la sujetaba por la cintura mientras Juan lo hacía por sus nalgas, a su vez ella se sujetaba abrazada al cuello de Juan.
-Hay que riiiiiiiicooooo, siendo mucho dolor pero a la vez es tan divino, me están destrozando mis huequitos. Más suave por favoooooor.

-Eres una muñeca muy rica y sé que te gusta el sexo duro como a mí, así que hoy vas a recibir todo el que quieras de mi parte.

Juan dijo esto y comenzó a moverse mucho más fuerte, el recorrido de nuestros penes era más largo ahora, el mío casi se salía de su culo mientras que el de Juan llegaba a la mitad y eso que mi pene es de tamaño normal pero el de Juan era muy exagerado en verdad.

-Hay, haaaaaaayyyyy me están matando, Carlos voy acabar nuevamente, no aguanto más haaaaaaaaaaaaaaaaa, me matan.

Juan y yo muy excitados arremetimos con fuerza para también acabar nosotros, la levantábamos tan fuerte que casi se salía de nuestros mástiles y volvía a caer ensartada por los dos.

-La voy a bajar me dijo Juan, quiero acabarle en la boca.

Yo se salí de su culo y Juan también saco su enorme manguera, bajo a Claudia y la puso en el suelo arrodillada frente a él, yo me puse a un lado de ella y nuestros chorros bañaron toda su cara, ella con su bella boquita semi abierta no podía contener tanto semen, la mayor parte rodo por su pecho y senos. Ella tomo un pene con cada mano y lo exprimió uno a uno en su boca.

-Que rico pene tienes Juan, es enorme y es muy divino, provoca pasar toda la noche chupándolo.


Luego se acostó de lado sobre la arena como desvanecida por tan fuerte esfuerzo. Al rato nos metimos los tres al agua para asearnos un poco. Claudia volvió a la normalidad, no dejaba de abrazarme, se sentía muy apenada e insegura.

-Por favor Juan espero que esto no salga de aquí.

-Tranquilo Carlos yo soy un caballero, les doy mi palabra.

-Gracias Juan dijo Claudia extendiéndole la mano.

-Recuerden que aparte del sexo nos une un vínculo de amistad, dijo Juan sin soltar la mano de Claudia.


Los tres regresamos juntos a la tasca un rato y luego nos despedimos de todos y regresamos a la casa, durante el camino no hablamos sobre la locura que habíamos hecho.
Al llegar a la habitación, después de ducharnos volvimos hacer el amor muy apasionadamente y cada vez que lo hacemos nos existamos mucho con los recuerdos de esa noche de placer. Claudia no me ha dicho nada pero sé que está ansiosa de volver a ir y no creo que sea por la playa, ni por los tragos y comida gratis………..




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Relato erótico enviado por Anonymous el 01 de March de 2010 a las 00:16:23 - Relato porno leído 149011 veces
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Categoria: Trios
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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 20:52) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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