La primera vez en la paya (3ª parte)

El último de de esta trilogía es el relato mas completo de todos. En la primera parte os conté como nos iniciamos en el sexo. En el segundo nos follamos y en este, que nos traerá este último.

Era viernes y aquel día era el único de la semana que no estaba solo. Mi hermano se encontraba conmigo y no sabia que hacer. Había quedado con ella donde siempre pero no podía dejarlo solo así que decidí llevármelo.
Con el tardamos un poco mas pero llegamos. Ella estaba esperando y eso que la veo con un niño. Daba la casualidad que su hermano, un poco más mayor que el mío, también había venido por el mismo motivo que el mío.
Dudamos de que hacer incluso ella pensó que no se podría follar con ellos delante. Yo estaba de acuerdo. Fuimos a dar un paseo, esta vez no fuimos al sitio secreto. Llegamos a una parcela donde había bancos y una caseta. Era el sitio perfecto para dejar a nuestros hermanos. Pero era imposible.
Nos fuimos a la playa a bañarnos un poco. Los niños como son muy atrevidos se metieron a la primera. Nosotros nos quedamos charlando en la orilla.
Mi hermano tenía tres años menos que yo, el de ella solo dos pero de altura eran semejantes.
Estábamos muy nerviosos. No lo podíamos hacer allí con toda la gente, y delante de nuestros hermanitos. Decidimos ir al sitio secreto. En cuanto fuimos nos encontramos solos. Era perfecto. Pero solo faltaba un problema: los enanos.
Yo di una idea y era que nos vieran pero que se lo contaran a nadie y ella dio otra, no hacerlo. Dudábamos y dudábamos pero al final se atrevió. Nos giramos para hablar con nuestros hermanos y nos dimos cuenta que el hermano de ella estaba mamando la polla al mío. Su pequeñita polla le entraba perfectamente en la boca. Nos volvimos a girar y empezó la fiesta.
Nos quitamos la ropa, ellos también. Y ella empezó a chupar mi verga. En ese momento se acercaron los dos enanos, se agacharon y me la empezaron a chupar. No creía que me la estuviera chupando mi hermanito. Entonces pararon y empezaron ellos a chupársela entre si. Primero uno y luego el otro. Yo me los quede mirando.
Ella se tumbo y antes de que abriera las piernas los enanos estaban allí esperando para mamar su coñito. Ahora era ella la que no se imaginaba que se la estaría mamando su hermano.
Pararon y me dejaron a mí. Yo lo hacia mejor. Le hacia un recorrido con la lengua desde los pechos hasta el coño. Le metí la lengua dentro moviéndola. Entonces seguí por penetrarle mi polla. No había dicho nada, era extraño no me había puesto el condón.
Nuestros hermanos nos preguntaron si ellos también podían y antes de responderles el hermano de ella ya le había penetrado al mió. Mi hermano chillo más que ella conmigo.
A partir de ese momento ellos hacían lo mismo que nosotros, con la única diferencia de que se intercambiaban unos y otros. Le penetraba mi hermano luego el de ella y así sucesivamente. Llego un momento que ellos pararon y se detuvieron en cima de la cara de ella. Querían que ella se la mamaran y así lo hizo. Pero el hermano de ella se vino conmigo y su pollita la introdujo en el culo de ella. Eran dos pollas follando sin parar. Mi hermano vino y se cambió conmigo. Estaban los dos enanos fallándosela mientras a mi me la estaba mamando. Me corrí en su cara y entonces hubo un silencio. Los enanos nunca habían visto eso. Se tumbaron y empezaron a hacerse pajas sin parar a ver si también conseguían sacar su semen. Mientras yo, seguía penetrándole a ella. No conseguían llegar al orgasmo, así que vinieron otra vez. Esta vez mi hermano vino para que le mamara su polla y le penetrara la mía por su culo. Y el hermano de ella se follara a su hermana.
Nos estábamos montando una orgía más grande. Y además con nuestros hermanos. De repente el hermano de ella retiró su polla de su hermana. Mi hermano se da la vuelta para ver que pasa y el semen le fue a parar a la cara de mi hermano. Se pusieron contentos. Entonces mi hermano, que también quería conseguir llegar a la eyaculación, penetro la polla en el coño de ella y estuvo fallándosela lo más rápido que pudo. A mí, por mi parte, me la estaba penetrando el suyo. Lo hacia muy bien. Nunca había tenido una polla en mi culo. Era una excitación diferente. Mi hermano empezó a chillar como un perro y a decir que viene que viene así que se giro y se corrió en mi cara. Me bebí todo el semen de mi hermanito. Follamos todos entre todos un poco mas y terminó el día.

No paramos de contar aquella experiencia cuando nos encontrábamos. La lastima es que ella encontró un chico y ya no nos vimos mas.
La cuestión era si le contaría que perdió la virginidad conmigo y que el hermano de ella como el mío se la follaran sin parar.

FIN de la trilogía