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Marina y Elcira mis vecinas

Relato enviado por : learcu el 07/06/2017. Lecturas: 3295

etiquetas relato Marina y Elcira mis vecinas   Vecinas .
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Resumen
En eso ella siente su cuerpo agarrotarse y gimiendo, suspirando y en un profundo sollozo le entrega a su vecino experto sus encantos y fluidos del gozo de sus entregas como su mujer. Ya era su hembra, hoy tendrás dos mujeres que satisfacer y al momento…, se baja a la entrepierna del hombre curioseando y chupándole su pene a lo menos diez minutos le llevó lograr que este estuviera listo para una nueva lucha sin cuartel con una hembra… al tener ese pe ne nuevamente tieso y duro en posición de poseer, mira a la puerta y con señales llama a su hija, esta sorprendida, pero no menos caliente se aproxima y la madre le dice… recuéstate desnuda aquí a su lado…,


Relato

Como médico muchas veces no voy a mi casa una bonita y hermosa casa apareada chica, pero para mi agradable y acogedora, como no tengo tiempo de airearla y menos de asearla diariamente, mi vecina, casada con dos hijos una de quince y otra bebé de seis años se encarga de aireármela y aseármela, y ella tiene unas copia de mis llaves que utiliza por mi parte sin fiscalización ninguna.
En eso llego a mi casa y entro encontrándome a dos mujeres conversando tiradas en la alfombra sin recato alguno, mostrando mas de lo que se debe mostrar de sus cuerpos... las faldas estaban recogidas y los calzones al aire..., pude observar el buen trasero que tenía mi amiga Marina una bien formada hembra de 34 años, esposa de mi vecino Eustaquio, la hija Elvira de 15años y un cuerpo desarrollándose, era hermoso, pero se notaba que mejoraría aún más…, eso me incentivo a quedarme conversando con ellas.
Media hora después éramos grandes amigos travesuras van y vienen, recostados sobre la alfombra, Marina se notaba excitada insatisfecha, su cuerpo se erizaba y endurecía a algún contacto de mi manos en este delicioso y delicado bien formado cuerpo… nos mirábamos y ella alteraba su respiración cuando me acercaba a ella a comentarle algún episodio de nuestras vidas…, si estaba fogosa e impetuosa apasionadamente necesitaba caricias de un macho…, estaba la hija y eso la retenía de no mostrarse mas receptiva de mis amorosas palabras, pero me insinuaba que necesitaba con urgencia macho, solo que estaba la hija, en un momento su hija fue al baño y ella me reprende no me excites mas llevo casi un mes con mi marido enfermo, sin siquiera ser manoseada y tu me agobias con tus gentilezas… miradas… y roces.
Tomo una de sus manos y la guío a mi dormitorio, me sigue calladamente a este, en esto su hija volvía del baño nos siguió hasta el cuarto calladamente y con disimulo…, vio a través de una puerta mal cerrada cuando a su madre le subieron sus faldas bajaron sus calzones y la pusieron en cuatro patitas Marina sin replica alguna de forma lenta se acomodó y se apoyo en una cama quedando empinadita, con sus rodillas puestas sobre el colchón, sus manos las estiró agarrando un cojín y apretando sus puños en el en espera de que el pene la penetrara, el ansioso pedazo de carne y músculos, pronto asoma y agarrada de sus grandes nalgas, le acomodan este miembro en la entrada de su vagina y de golpe se lo meten, ella pegó un grito diciéndome: ¡Oh, ah¡ papi, despacito por favor, me lastimas..., y luego solo se escuchaban quejidos de ambos contrincantes, a veces de placer, otras de pasión, su madre gozaba con sus ojos cerrados de las duras arremetidas que le daban por su matriz gimiendo y satisfaciéndose y reclamaba me da vergüenza todo esto, pero necesito macho y el de mi marido ya no responde… cada vez que me necesites digo, insinúate y te poseeré como ahora, no tienes que buscar por otro lado y te insulten como puta, tu sabes que tu vecino y amigo desde hoy será también tu amante… la acomodo luego a lo misionero…, cuidado me dice, está mi hija, pero igual no se oponía. Sin embargo, a pesar de sus palabras ella permanecía inmóvil recostada boca arriba sobre la cama, le sacaba por completo su vestimenta y sus calzoncitos, quedó con sus piernas bien juntas, delicadamente se las separaba esa viuda vagina desde hoy sería activada casi a diario…, debo decir que Marina para haber tenido hijos lucia muy bien, no había en su cuerpo estrías ni marcas, su vientre era lindo y plano, había pocos vellos en su sexo, no porque se depilara sino porque se veía que naturalmente así era, sus vellitos delgados y rizados tenían una tonalidad dorada, su linda vagina de color rosado se notaba intacta, no parecía que de por ahí hubieran salido sus hijos... Me metía entre sus piernas y le introducía un tremendo pene que tenía en su vagina haciendo gritar a la madre de dolor y luego esta solo murmuraba gemidos de pasión mientras se entregaba al coito con el macho… lo necesitaba refunfuñaba, ¡ah que placer! Entregándose y olvidándose de todo excepto de menearse desesperada y hasta un poco indecente alas maniobras del sexo… se quejaba…, me abrazaba…, subía sus piernas atrapándome mi trasero y gozosa apresándome este contra ella, su hija estaba totalmente borrada de su mente solo soñaba y deseaba un delicioso apareamiento y se lo estaban dando con gran placer de su parte… como gemía y meneaba escandalosamente su cuerpo, casi indecorosa satisfaciéndose de sus comprensiones no satisfechas por su marido, pero si por este joven medico de 30 años que con su duro, tieso extendido y grueso pene la hacia gritar de gozo y deseaba que no acabase este placer mientras sacudía deseosa su cuerpo…, si este era macho …, si tal como su sobrino que a sus quince años en su primera posesión de una hembra, la había embarazado de su segunda hija teniendo ella 28 años…, recordaba en estos instante de gozo como le decía a su sobrino si destrózame…, si goza de este cuerpo… desde siempre necesitaba de machos para saciarse de los malos recursos de su marido, en sus apareamientos. Ahora solo sería de su vecino cuantas veces este quisiera. En eso ella siente su cuerpo agarrotarse y gimiendo, suspirando y en un profundo sollozo le entrega a su vecino experto sus encantos y fluidos del gozo de sus entregas como su mujer. Ya era su hembra, siente en ese momento al macho vaciarle sus surtidos de semen y leche en su profundidades de su matriz. Tranquila piensa en su hija y esta estaría escuchando, todo mira a la puerta y ve a su hija curioseando y sus manos entre sus piernas, lo que le dicen a esta madre lo excitada que esta hija estaba y el peligro que ella corría si hablase a su padre y familia de lo acontecido…, rápidamente elabora un plan y susurra en el oído de su amante, hoy tendrás dos mujeres que satisfacer y al momento…, se baja a la entrepierna del hombre curioseando y chupándole su pene a lo menos diez minutos le llevó lograr que este estuviera listo para una nueva lucha sin cuartel con una hembra… al tener ese pene nuevamente tieso y duro en posición de poseer, mira a la puerta y con señales llama a su hija, esta sorprendida, pero no menos caliente se aproxima y la madre le dice… recuéstate desnuda aquí a su lado…, luego me dice a mi oído poséela y salvaremos nuestros encuentros de amante, así no hablara…., me giro en mí mismo. La abrazo y me ubico entre sus piernas, clavo mi gran cabezota… ¡Ay, No! seguido de mi nombre, por favor vecino Leo, se escucha en un grito agudo femenino, este mástil entra mas pero la cabeza grande de ese grandioso pene en su entrada a lo profundo de su matriz, la parte se desliza con facilidad y ya no duele lo mismo, Elcira le dice a su madre Martina, ¡este hijo de puta me ha roto mi vagina!.La primera siempre duele, le dice…, interrumpiendo la charla entre su madre y ella la recién desflorada hija, la penetro por su rosada y estrecha vaginita, entrando y saliendo con gozo y pasión, ella gime. ¿Qué?,!ah!- al sentirse invadida, cierra los ojos resignada pero ella aumentando enormemente esa sensación de placer, entra y sale este grueso pene, aún a su madre la ve sudar y sudar, diez minutos después, gime !uf, uf!, se tensa, convulsiva, le llegan las contracciones, balbucea… rico…. Que me pasa mamá. Ya viene el orgasmo dice, no se hace esperar, luego un ¡ah…, ah…, ah, dámela toda! y un rugido de ella, han consumado el acto de una insolente cópula, los huevos del hombre se vacían, explotan dentro de ella, Elcira siente el esperma, ajeno, viscoso y caliente que le llena de a chorros cortos el útero, ovarios, desbordando, ríe, gime! Dios!,! Qué placer! Es la primera vez que un macho a regado sus espermios en ella. Mirándome de costado, susurra, perdóname por gozarlo como una perra, pero es delicioso, sigue….esa tarde casi noche dos veces recibe Elcira mis potentes chorros, su madre la lleva a casa y la acuesta regaloneándola..., vuelve a mi dormitorio donde esa noche nuevamente moviendo escandalosamente su cuerpo me entrega sus flujos vaginales entre resuellos y gritos, a su vez recibe en sus entrañas mis abundantes chorros de semen y se retira a descansar a su casa.
Por los dos años siendo no el amante de mi vecina, sino su macho entusiasta frenético, satisfaciéndola de sus anhelos carnales, a lo menos dos o tres veces semanales y no por eso olvido a la hija a quien visito a lo menos una vez al mes…, esta solo tiene miedo que la embarace y por eso cuida sus días fértiles y me dice si deseas embarazar a alguien ahí esta mi madre, fecúndala a ella.
Sus especulaciones pronto se cumplen y antes de los tres años la madre está preñada de este vecino, un macho exuberante, enérgico, vigoroso y esforzado en las maniobras amorosas carnales del placer de aparearse, llevando a esta a ser totalmente entregada a sus frenesíes carnales transformándose este, en su segundo marido.
El problema fue cuando la madre, cumplía su séptimo mes de gestación, y su hija asume las veces esposa del vecino, dándole lo que su madre por problemas de embarazo no podía cohabitar, resultado al séptimo mes de embarazo de la madre la hija se embaraza de este semental, sería madre a sus 17 años, fecundada por el mismo macho.

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Categoria: Vecinas
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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 22:20) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:53) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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