Mi vecina Erika 2 y su hija Luisa

Mi vecina Erica 2 y su hija Luisa

Su marido, que se encuentra mas preocupado de su trabajo en estos momentos, no sabe lo deliciosas y amorosa que es su mujer, lo rico que me estoy tirando en este instante, a su amada y respetada mujercita, ni siquiera sospecha él, que manosea mi pene todo, mi verga dura y erecta como palo, no sabe que la deliciosa vaginita rica y apretadita que tiene, y que cree él, que es sólo de su exclusiva propiedad, cree que sólo él y nadie más la puede gozar rico, su falsa creencia de su mujer fiel que tiene y que piensa de manera obvia, que esa mujer es sólo de él y para él, le daba la certeza de ser el único hombre sobre la tierra que podía penetrar y gozar de toda la intimidad sexual de su deliciosa y excitante mujercita, así sr lo hacia creer. .. el cornudo de tu esposo no sabe lo rico que gozo en estos momentos metiendo mi pene en la vagina de su mujer en este mismísimo instante, no sabe que mientras él se rompe el lomo para mantener sus gustos y sus caprichos, me está dejando a mi la tarea de destrozarte rico todos los días tu vagina y satisfacerla, hasta hacer que te vengas diariamente en los lujuriosos orgasmos que yo le hago sentir y que el cornudo de tu esposo no ha sabido nunca como arrancártelos ni aprenderá jamás.
Esta mujer animada por mis excitantes y morbosas palabras que le digo mientras me la estoy destrozando sexualmente, extremadamente excitada me responde, a su amante, cosas como estas: Si papito, dame rico, hazme tuya, métemela toda hasta el fondo, uf que rica verga que tienes, tú siempre me maniobras mas rico que mi marido, por eso te pido que vengas a metérmela cuando tu quieras, cuando te provoque y tengas ganas de satisfacerte, de hacerme tuya a espaldas del cornudo de mi marido, no te preocupes por él que está de viaje hasta fin de esta semana, tampoco te preocupes por mis hijos que estarán todos los días en el colegio hasta las dos de la tarde, ya vez papacito que puedes satisfacerme rico y sin preocupaciones, que me puedes hacer tuya, si quieres todas las mañanas puedes venir a metérmela, oh, ah que deliciosa pinga tienes mi amor, ahg así, así, sigue así, que rico y es que así, extremadamente excitada, siento que se viene en un intenso y salvaje orgasmo, que rica verga que tienes, tú siempre me posees mas rico que mi marido, por eso te pido que vengas a metérmela cuando tu quieras, cuando te provoque y tengas ganas de hacerme tuya, si de hacerme tuya a espaldas del carnudo de mi marido, no te preocupes por él, tampoco te preocupes por mi hija que estarán todos los días en el colegio hasta las dos de la tarde, rico y sin preocupaciones, que me puedes hacer tuya, si quieres todas las mañanas puedes venir a metérmela, uf que deliciosa mi amor, ahg así, así, sigue así, Hoa que rico… a si así, extremadamente excitada, siento que se viene en un intenso y salvaje orgasmo…, esta mujer era mía y lo sería por mucho tiempo mas, yo voy a clases en las vespertinas por lo que seguiría satisfaciéndola. A pesar de doblarme la edad, ella tiene 36 años.
El marido cornudo se ha ausentado por tres días imagínense tres días satisfaciendo a Erica mañana, tarde y noche… mi pobre pene me pedía clemencia antes las arrebatadas contorciones y la pasión de nuestros movimientos en esa maravillosa cama, lentamente notaba que mi pene erguido jugueteaba en la entrada de su vagina, eso la excitaba más, su boca gemía y gritaba, los besos que nos estábamos dando apagaban sus gemidos, entonces sentí sus manos aferrando mi cuerpo con fuerza, su beso se hizo mas profundo y sentí su cuerpo bajo el mío agitándose, sacudiéndose en un orgasmo infernal, mientras yo la besaba y la acariciaba muy dulcemente, sus dedos finalmente se entierran en mi espalda con un destemplado gemido emitido al llegar con fogosidad sus orgasmos.
Serás mío, me dice, eres un joven, pero te necesito eres mío, soy tu hembra, tu mujer, tu puta. Sentía abrirse que sus piernas dispuestas para recibirme, nuevamente apoyé mi glande sobre su vulva la miré entré en su cuerpo, gozaba disfrutaba dentro de ella su cuerpo comenzó a vibrar y mi pene lentamente comenzó a apoderarse de su vagina hasta introducirse por completo en ella entonces comencé a deslizarlo en su interior lentamente como para gozar y hacerla gozar y poco a poco comencé a aumentar la aceleración dentro de ella nos besábamos, acariciaba su cuerpo, sus senos excitados y ella hacia lo mismo con el mío, quería demorar al máximo el instante de lanzar sobre su escondida matriz mis ríos de semen, ella gozaba excitada pasaron un par de minutos y ya con voz desesperada pidió casi en forma de suplica que la acabase, volví a besarla y estas deseando que acabe, y yo también deseo hacerlo pero también deseo seguir disfrutándote..., en eso salían de mis entrañas por mi miembro ríos de semen y leche que la inundaron. Acaba por favor, soy tuya, todas las veces que vos lo desees seré tuya porque quiero sentirte siempre dentro de mí.
Pasan los meses y Erica cada vez más deseosa de mis penetraciones, ya no le importaba si su hija de 13 años si estaba en casa o no, solo deseaba gozar… comenzaba a tocar la pierna derecha con una mano y la izquierda con la otra y así toqueteándola como quisiera, ella no me impedía para detener mis movimientos me encantaba verla desnuda en su cama mamándome mi pene y con las piernas abiertas para que pudiera hacerle lo quisiera en ese momento me puse helada y no supe que responder me paso la lengua por la oreja se alejo un poco y metí la mano por debajo comencé a masturbarla, este chico si que sabia ocupar los dedos y así hizo que me mojara y tuviera un orgasmo yo me calenté pero no podía creer y comenzó a acariciar mi culito y me metió hasta dos dedos dentro yo daba unos pequeños saltos de dolor y placer y así hizo que llegara a mi segundo orgasmo luego me dijo que me acomodara y me metió si pene, como mamaba ese pene se los deje bien limpio y seco de semen luego me gira y de lo mojada que estaba ya pasaba como si nada metió su pene en mi vagina ardiente, ahí me fui como tres veces mas luego me puse sobre el y comencé a cabalgar por decirlo así en eso cambio de pose y se puso sobre mi como el misionero así me hizo acabar, me dijo que ya iba a acabar así que lo metió más profundo y comenzó a poseerme con desesperación y me dijo que me tomara toda la leche y así lo hice, succione con i vagina su pene hasta dejarlo seco, luego nos vestimos nos besamos un poco, pero no todo quedo entre nosotros, en la puerta de mi dormitorio estaba mi hija miándonos y con sus manos metidas en su calzón masturbándose… miré a mi amante y le digo si no la calmas esta hablara… poséela, hazla tuya yo miro… acomodo a la hija atravesada en la cama, saco sus diminutos calzones y a su tierna edad, esta hija, que no era virgen, supo recibir, acomodar y satisfacer a un pene en su vientre y a su vez gemir y gritar de dolor y placer meciéndose como una experimentada mujer mientras la satisfacían, meneaba desordenada, pero deliciosamente su cadera, gemía y gritaba pidiendo más…, estaba siendo casi desflorada por mi grueso pene y a su vez convertida en una animada y deseosa mujer por el sexo de un macho.
Ahora en esa casa siempre habría una mujer deseándome, si no estaba la madre estaría la hija Luisa