Un violín que me violó.

Gilbert intentaba enzartar la verga por el orificio pequeño, pero Roxy hábilmente la deslizaba hacia abajo, con el aceite de bebe en la mano aprovechaba a botar un poco de lubricante en la cabeza del pene cada vez que lo veía salir entre sus piernas.
Levantó la vista y me vió absorto observando la escena, jadeaba de placer, parecía que estaba en un orgasmo permanente.
Yo estaba en período de recuperación pues había tenido un intenso orgasmo, pero alcance a preguntarle¿Lo disfrutas mucho verdad?
Me extendió la mano y me dijo: ven te enseñare.
Espera un poco, me estoy recuperando. Fué mi respuesta, pero ella con la mano extendida aún, me dijo: No te preocupes no necesitas tener duro el palo, solo acércate.
Un poco desganado me incorpore y pense que pretendía que le besara las bubies, porque le encanta que lo haga cuando alguién más le bombea sus agujeros; pero no era eso lo que quería, simplemente me abrazó con su cuerpo bañado en aceite de bebé, nos dabamos un tierno beso y podía sentir como salía el pene de Gilberto de su entrepierna para topar con mi flacido pico.
Me hizo dar la vuelta y me apretó fuerte para que yo pudiera sentir entre las nalgas los escazos cuatro centímetros de la verga de Gilberto que salía por el lado de su vagina, era una sensación distinta Roxana con una mano me acariciaba mis huevos al tiempo que me apretaba contra su cuerpo y con la otra me acariciaba mis masculinas tetillas.
Gilberto desde atras, parecía que se esforzaba más en sacar la punta de su verga por la entrepierna de Roxana, yo estaba disfrutando de aquel rico sobe de esa punta de pene entre mis nalgas y que apenas hacía presión en mi esfinter. ¡Ves que es delicioso el violín mi amor! Agáchate un poco para que ponga más aceite a la bomba de Gilbert, me empujo con su mano derecha pero sin soltar mis huevos, de tal forma que me incline un poco. Virtió un poco de aceite entre nosotros dos y pude sentir como la cabeza de la verga de Gilbert entraba en mi ano. Roxana me halaba con fuerza sobre su vientre y yo me inclinaba más para dejar que por lo menos los cuatro centímetros sobrantes de verga me penetraran.
Es una sensación distinta y deliciosa, deliciosamente abrazado por una deliciosa mujer, sintiendo sus tetas en la espalda, sus caricias en todo el cuerpo y siendo penetrado por la misma polla con la que ella se hace un delicioso violin.
Me dejé llevar y estaba disfrutando mucho aquel nuevo ejercicio, no me día cuenta si Roxana lo hizo a propósito o mi emoción me llevó a meter mis nalgas entre sus piernas, pero en unos momentos la tenía sentada sobre mi espalda baja y era Gilberto quien se había apropiado de mis caderas con sus manos, para halarme sobre el introduciendome por completo sus 18 cm de deliciosa carne.
Sin habérmelo propuesto ahora estaba siendo sodomizado por mi amigo Gilbert, me cogía sin compasión ni pena, y yo estaba entregando el culo de lo más natural y delicioso del mundo, parecía tan natural en mi mover mis caderas para disfrutar más, el culo no me dolìa, al contrario lo contraía para apretarle la verga, tenía a Roxy en caballito sobre mi espalda besandome el cuello, mordiendo la base de mi cráneo y mis orejas y a Gilberto bombeando mi culo a discresión.
Que rico sentir la verga en lo más profundo de mis entrañas, que rico ser sodomizado con una verga de aquel tamaño y superar la barrera del dolor y de la culpa, me sentía realizado, especialmente con las caricias de Roxy, quien podía sentir sobre mi espalda estaba disfrutando de los dedos de Gilberto entre sus nalgas.
Si hubiesemos buscado aquella posición sexual, no la hubieramos hallado y menos considerado como tan gratificante.
Sentí un apretón más fuerte y las embestidas cesaron, sentía unas palpitaciones en el culo, no se si eran mías o de la verga de Gilberto, Roxy me abrazó con ternura y más suavidad mientras recibía la descarga de leche. Me sente a la orilla de la cama con el ano chorreando semen, Roxana primero le limpió con la lengua el pene a Gilberto dandole unos chupetones y después se dirigió al mió, haciendome una especie de mamada masturbada, para hacerme estallar el orgasmo.
Así fue como un violín me violó.