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Embarazoso fin de semana en Cuernavaca con Denisse. ( CON fotos)

alienproject Relato enviado por : alienproject el 25/08/2021. Lecturas: 2331

etiquetas relato Embarazoso fin de semana en Cuernavaca con Denisse. ( CON fotos)   Voyeur .
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Resumen
Cuando ella me dijo que su prima nos había invitado a su casa que recién había adquirido en la ciudad de la eterna primavera, Cuernavaca. Sentí que mis planes de tres días disfrutando del blanco y bello cuerpo de mi pelirroja novia no iban a ser posibles. Mi frustración de no tener a mi hembra como quería se veía en mi actitud, pero no quería contradecir los planes de la familia de mi chica, por lo que de la mejor forma decidí acompañar a mi novia a Cuernavaca.


Relato
El fin de semana iba a ser largo, ya que por ser día festivo el lunes tendríamos tres días y ya había planeado quedarme en el departamento el fin de semana junto con mi novia Denisse. Planeamos que ella dijera a sus padres que se quedaría en casa de una amiga, para poder quedarse el fin de semana largo en mi departamento. Ya había seleccionado un pack de películas eróticas y ropa sexy para que mi novia la usara en el departamento mientras veíamos películas y todo el día cogiendo.

Cuando ella me dijo que su prima nos había invitado a su casa que recién había adquirido en la ciudad de la eterna primavera, Cuernavaca. Sentí que mis planes de tres días disfrutando del blanco y bello cuerpo de mi pelirroja novia no iban a ser posibles. Mi frustración de no tener a mi hembra como quería se veía en mi actitud, pero no quería contradecir los planes de la familia de mi chica, por lo que de la mejor forma decidí acompañar a mi novia a Cuernavaca.

Saldríamos de la rutina de la ciudad en familia con los primos de mi novia. Llamaré Anibal al primo, Marisol a la prima y Juan al esposo de ella.

Aun me pesaba pensar que no íbamos a poder coger como quisiéramos ya que se supone que solo eramos novios de manita sudada y su familia es muy conservadora. Mi novia era una chica muy apegada a su familia de muy buenas costumbres y un poco rebelde, típico de la edad. pero ella y yo habíamos encontrado esa estabilidad emocional y nos cuidábamos mucho en todos los aspectos, aunque éramos muy calientes y siempre buscábamos la forma de excitarnos y coger.

Habían planeado salir desde muy temprano para aprovechar el día en Cuernavaca, aunque no está muy retirado de la CDMX, por ser fin de semana feriado la salida de la ciudad es un poco complicada por que todo mundo quiere salir de la gran ciudad en puente.

Yo vivía cerca del centro de la ciudad y los tíos de mi chica vivían pegados a la avenida de Tlalpan que es la salida a Cuernavaca, por lo que plantearon que esa noche me quedara en casa de los tíos de mi joven novia y al otro día embarcarnos rumbo a Cuernavaca en en el auto de Juan. Era viernes y todo el día estuve bien caliente, como les había contado anteriormente mi plan de fin de semana sexoso se había frustrado ya que esa tarde planeaba iniciar desde viernes en la noche mi novia y yo en mi departamento para desquitar que no íbamos a poder coger como quisiéramos en ese viaje.

Pero resulta que argumentaron que necesitamos irnos muy temprano para no complicarnos en la carretera, acepté la propuesta y ella entendió mi decepción al ver mi desanimo en la cara, ella entendió mi frustración y me dice que no me sienta mal, que ella también tenia ganas de que le metiera la verga esa tarde y el fin de semana, pero que también quería ir a conocer la casa de su prima, que ya veríamos como le haríamos para poder rienda suelta a nuestra calentura.

Ya en casa de los tíos de mi güerita pecosa, de donde saldríamos muy temprano del siguiente día, tuvimos una tarde de platicar con su familia y llegada la noche, yo me sentía un poco incómodo pensaba en cómo desquitar las ganas inmensas de cogerme a mi peliroja y pecosita novia.

Estaba complicado, esa noche la casa de los tíos estaba a full ya que no era muy grande y aparte estaban los 3 hijos de los tíos, dos varones y una chica, la que estaba casada y dueña de la casa que iríamos a visitar ese fin de semana.

No había muchas opciones para dormir ese día, pero argumentando que sería solo esa noche la que pasaremos una “mala noche amontonados” nos dijeron que podíamos acostarnos con Anibal el primo menor de mi novia y que ocupáramos la cama de los tíos que era la más amplia de la casa y dormiríamos muy bien los tres, Anibal aunque era más o menos de la edad de mi novia. Resignado a que no podría coger con mi güerita, opte por tomar mi lugar de la cama, ella también estaría a mi lado ya que no había más camas disponibles y Anibal en la misma cama al fondo de su cama pegado a la pared.

No se que hora era pero me sentía incómodo quizá porque no era mi cama y aparte de que nos quedamos con ropa puesta con la idea de levantarnos lo más temprano e irnos rápidamente sin pérdida de tiempo. Ese malestar posiblemente también era alimentado por mis grandes ganas de cogerme sin parar a mi güerita, sin miramientos ni límites de tiempo y ese viaje improvisado me iba a dejar con las ganas, mi verga estaba bien parada, la ropa me molestaba por contener mi falo duro aprisionado, me era incomodo tener la verga dura y bien erecta, medio dormido deje libre al prisionero, lo tenía fuera de mis ropas pero tapándonos con las cobijas.

La calentura sexual no me dejaba dormir, estaba incómodo y más teniendo a mi güerita pelirroja y cachonda junto a mi. Esa noche que yo había planeado cogérmela y desquitar mi ímpetu llenando su rica y rosa panocha de mi flema caliente. El motivo de mi calentura estaba acostada a mi lado, sin embargo no estábamos solos ni en la cama ni en la casa por lo que no veía la forma de desquitar mi ímpetu.

No sabía la hora de ese momento, pero por el silencio y la obscuridad de la habitación yo creo que serían las 3 de la mañana, ella aún estaba dormida cuando sintió los embates de mi chorizo picante sobre su cuerpo, ella medio abrió sus ojos y sonriendo pícaramente toco la punta de mi verga y sintió que ya la tenía fuera del pantalón, bien caliente, parada y babeando por ella, con la yema de sus dedos acarició el glande y embarro con su dedo pulgar la humedad que producía mi miembro, tratando de ser lo más discreta por que al lado de ella estaba su primo.

Denisse: “Que rica se siente tu verga… me la das…” susurró muy suavemente y casi gimiendo a mi oído, tomando mi falo y masturbándome suavemente, mordiéndose los labios para no gemir.
Yo: “Es toda tuya” le dije en voz baja, acomodando mis ropas para que tuviera libre acceso a mi verga.

La bese con pasión y lujuria mientras en el silencio del cuarto, escuchábamos que su primo roncaba ligeramente dándonos la confianza de que podía meter mano entre las ropas de mi hermosa güerita. Esa noche ambos teníamos puestos ropa deportiva lo que permitía meter mi mano hasta llegar a su ardiente y ya húmeda panocha, el cual sentí su vello púbico, mientras mi mano reptó lenta suavemente hasta atravesar esa selva capilar y llegar hasta su botón del placer. Sentí la humedad de sus labios los cuales ya estaban manando líquido como siempre que la excitaba, se humedece inmediatamente. Metí mi dedo medio en su ardiente y húmeda gruta, jugando con dos de mis dedos en su interior recorriendo esa gruta ardiente, entrando y saliendo sin ser brusco moviendo mis dedos hurgando el interior de la panocha de mi hembra, mientras ella se mordía los labios al sentir mis movimientos interiores en su gruta para acallar sus gemidos. Acercando su cara a mi oído me decía:

Denisse: “ahhh, ayy papi que rico…” en un murmullo casi imperceptible
Yo: “Desde la mañana… me tienes así...”

Las palabras salían sobrando por la situación, pero sabía que ella lo deseaba tanto como yo e interpretaba sus gritos silenciados, ella quería verga como siempre decía “lo que quiero y necesito es tu verga dentro de mí”, como si nos comunicamos por telepatía solo nos besamos con pasión. Cuidándonos de no alertar al primo que dormía en la misma cama, nuestras manos actuaban acariciándonos, mientras yo recorría sus caderas y masturbaba su ya húmeda panocha, ella hacía lo propio con mi pene, el cual lo acariciaba con maestría, sabía cómo manejarla para provocar una caricia de placer, sentía como su pulgar acariciaba la cabeza de mi verga que ya brotaba de la uretra aquel liquido preseminal, ella de vez en cuando se llevaba los dedos a la boca, por lo incomodo de la posición pareciera que el juego era tratar excitarnos sin casi moverse ni hacer ruido y perdía aquel que causara que nos cacharan en aquel excitante y voyerista juego sexual.

Trataba de mover muy suavemente mi pelvis mientras ella me masturbaba mi falo. Mientras yo acariciaba su panocha y su cadera recorriendo mi mano por debajo de sus ropas, en aquella incómoda posición tenía que alternar si acariciaba su panocha o subía hasta sus tetas, las cuales también le agradaban que se las acaricia, en especial que le oprimiera los pezones le ponía más caliente, levantando su blusa con la que dormía, hasta arriba del pecho, para poder meterme lentamente mi cabeza bajo la sábana con la que nos tapamos para mamar como recién nacido de ese par de tetas, que aunque no eran grandes, si eran de un tamaño más que suficiente para ser excitantes para mi., Ese era un punto muy sensible en ella, se las mamaba intensamente hasta dejarlas rojas, su pezón era totalmente rosa y al manipularlo con mis labios y boca y causar el vacío sobre sus pezones, se ponían duros y llenos de sangre tornándose de un tono rosa rojizo, aunque en la obscuridad de la noche y bajo las sábanas no podía ver esos tonos ya sabía lo que le sucedía cada vez que se los chupaba con tal intensidad.

Sentía su respiración agitada mientras ella acariciaba mi cabeza como si se tratara de un bebe al que estuviera alimentando de su blanco seno. Mi lengua serpenteaba de arriba para abajo jugando con aquel puntiagudo pezón, ya no aguantábamos más la situación, la situación era más que ardiente y el deseo que sentía no daba cabida a dejar mi leche en las sabanas de la cama de los tíos de mi novia, necesitaba más que eso.

Ya no podemos seguir solo calentando el agua y no meternos a bañar, con los sentidos al máximo nos cercioramos de que no despertara alguien y que el primo siguiera dormido, procedí a dar el siguiente paso que nos dejará satisfechos a ambos.

Con mis manos le fui colocando como quería, ella “entendió” lo que íbamos a hacer así que se acomodo dando la espalda hacia mi. Esta maniobra la hicimos lentamente para no despertar al primo que estaba a nuestro lado, nos quedamos inmóviles un rato para no ser obvios y una vez que no vimos que hubiera reacción de parte del primo, yo la tome de sus caderas y le acariciaba para que no bajará nuestra calentura, pero era más que obvio que la adrenalina de ese acto tan atrevido nos hizo perder la razón como tantas veces lo habíamos hecho, no nos importaba el lugar, así que lentamente y con ayuda de ella le baje el pantalón deportivo, el cual al ser de resorte en la cintura no fue tan complicado que mientras ella me daba la espalda y con su blanca y pecosa colita apuntando hacia mi verga y con el culo descubierto de sus ropas, en esa posición de cucharita y con mi verga de fuera, se la fui clavando lentamente para no delatarnos con nuestros movimientos. Que rica sensación con la adrenalina al máximo, me estaba cogiendo a mi novia con el primo a un lado en la casa y la cama de los tíos de ella.

Era un poco complicado realizar movimientos en esa posición, pero lo que más lo complicaba era no ser bruscos, ya que podíamos despertar al primo, el cual parecía que no se daba cuenta de que me estaba cogiendo frente a sus narices a su hermosa y caliente prima.

La mano que podía mover la dedicaba para pasarla por la boca de ella, la cual chupaba mis dedos como si fuera una verga y ya húmedos mis dedos con su saliva los dirigía a sus pezones para que explotara en sensaciones ricas, ya que estaba atacando sus puntos más sensibles, sus pezones y su panocha.

Sabía que eso le estaba gustando al igual que a mi, yo estaba en la gloria, me estaba parchando a mi putita rica, después que el día anterior no habíamos podido coger y que pensaba que íbamos a tener un fin de semana sin coger, con esa acción me estaba dando por servido (al menos por ese día que íbamos a iniciar).

No recuerdo cuanto tiempo llevábamos tal vez por ser un acto tan excitante y furtivo, lo vivimos como si fuera una eternidad, pero yo creo que fue uno de esos rapidines de los cuales te saben a gloria y los disfrutas como si fuera toda la noche. La verdad es que no podíamos tardar mucho tiempo o el primo se podría dar cuenta. De algo si estoy seguro, eso fue como si hubiéramos cogido toda la noche. Los sentidos estaban al máximo, vista, olfato, oído, tacto, y gusto, captando todo para evitar ser cachados infraganti, lo cual fue la mayor sensación que puede uno tener.

Ella solo apretaba mi verga sin muchos movimientos, a veces presionaba su cola hacia mi pelvis y yo la movía un poco tomada de su ancha cadera, ella se ponía más en ángulo para sentir más profundo mi verga, mientras yo movía mi verga hacia adentro y fuera de su vagina, lentamente, su humedad era excesiva, ella siempre se mojaba riquísimo y mis fluidos preseminales hacían un mar de esa rica cola. Se me antojaba meterla por el culo, pero la verdad es que no era el momento, ella solo echaba una mano hacia atrás para tomar mi cadera como para indicarme los movimientos y frenarme en caso de ver algo extraño. Con su otra mano amasaba sus senos y pellizcaba sus pezones. Cuando me emocionaba o agarraba velocidad en la cogida ella me presionaba con la mano que me sujetaba.

La sensación de sentir cada milímetro de su húmeda panocha, el rose de sus paredes con mi miembro cada que entraba y salía de esas paredes fue sensacional, muy rico la fricción de su panocha succionando mi verga lentamente fue maravillosa, bastaron unos cuantos movimientos más y con las ganas que teníamos esa noche, hicieron que mi venida fuera de las mejore que había experimentado en la vida, mi venida fue inminente, en silencio tuvimos ese espasmo. Yo solo la jale hacia mi como si no quisiera nunca separar mi piel morena de su piel blanca, sujetándola firmemente de sus caderas, los dos apretamos nuestras manos sobre el cuerpo contrario, ella apretó sus piernas haciendo que su panocha aprisionaba mi pene mientras los chorros de esperma salían en el interior de la panocha inundada y ardiente de mi ardiente güerita. En esa salida de leche que duró unos segundos, sentimos el placer que necesitábamos para poder dormir como bebés..

Vacié toda mi calentura contenida del día dentro de ella, así permanecimos pegados durante unos pocos minutos, aunque ya había vaciado mi leche, aún me movía levemente hasta que la flacidez llegó y mi verga salió expulsada de tan rica y húmeda panocha.

Acomodamos nuestras ropas y la abracé, durmiendo así de cucharita. Esa noche no pudo limpiar los mecos que le vacié en su interior, así que se durmió con mi leche en su interior.

Caí rendido y satisfecho por tan rica des-lechada, la adrenalina de que lo hiciéramos en casa de sus tíos, en la cama de ellos, con él a un lado fue algo loco y calenturiento como tantas cosas que habíamos hecho.

Muy temprano nos levantamos para irnos al viaje con los primos de ella, así que rápido salimos hacia nuestro destino. Los dos íbamos con cara de satisfacción todo el viaje, lo cual tratamos de repetir su dosis mientras estuviéramos en casa de la prima.

A los pocos meses el resultado de ese fin de semana en Cuernavaca y en especial la noche antes de salir de viaje, había preñado a mi hermosa güerita en la cama de sus tíos… Es por eso el título de este relato el cual espero que haya sido de su agrado, para continuar con lo sucedido después de este fin de semana. Los nombres utilizados son ficticios como saben para cubrir las identidades y hechos reales.


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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 20:05) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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