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La video cámara

coronelwinston Relato enviado por : coronelwinston el 08/03/2009. Lecturas: 13504

etiquetas relato La video cámara .
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Resumen
La mañana se presentó fría, muy fría. Suerte que ya teníamos la calefacción encendida y en nuestra casa hacia una buena temperatura.
Trajinaba por la casa haciendo las tareas domesticas cuando me asome a la terraza. Allí, y sin......................




Relato
LA VIDEO CÁMARA

La mañana se presentó fría, muy fría. Suerte que ya teníamos la calefacción encendida y en nuestra casa hacia una buena temperatura.
Trajinaba por la casa haciendo las tareas domesticas cuando me asome a la terraza. Allí, y sin quererlo me encontré admirando el parque y añorando algo que no sabía muy bien que era. Una pareja sentada en un banco me sacó de mi ensimismamiento. Furtivamente, sin pausa, se besaban y acariciaban. Aquello en un principio me ruborizó, pero después de observarlos un rato, mientras me fumaba un cigarro, termine por excitarme. Tanto me excito, que ante la soledad en la que me encontraba, decidí entrar en mi casa, cerrar la terraza, correr las cortinas y masturbarme. Pero para ello, había decidido grabarlo en mi videocámara. Me fui a por ella, la situé en un lugar donde previamente había comprobado que me encuadraba bien, en la totalidad, y accione el botón de >REC. Me senté en el sillón y me despoje de la poca ropa que llevaba hasta quedarme desnuda totalmente. Allí, sentada y abiertas las piernas comencé a acariciarme la raja y los pechos. De vez en cuando miraba la video cámara fijamente poniendo expresiones de placer y emitiendo gemidos. Pensé que a mi marido le gustaría verlo.
La humedad de mi coño se asemejaba a una boca babeante. Frotaba con mis dedos el clítoris y trataba de introducir dos dedos dentro de mi vulva para que se parecieran en lo más posible, a un pene.
De esta guisa me encontraba, entregada a mi placer cuando todo se derrumbo en un instante. El techo se me unió con el suelo de mi comedor, cuando abrí los ojos, y pude ver la figura de mí cuñado, allí de pies, con las llaves de mi casa en la mano, con el gesto de sorpresa y de diversión y sin decir nada.
Traté de incorporarme del sillón, peno no pude. A mi cabeza acudieron mil cosas que no supe discernir. ¿Por qué estaba mi cuñado en mi casa?, ¿y mi marido? Se sentó a mi lado y me dijo que me tranquilizara. Le pregunte que como es que estaba el allí y con las llaves de mi casa. Me dijo que a mi marido, su hermano, se le había roto el coche y que el había venido a recoger unos documentos y dinero para pagar la reparación, y que mi marido, se había quedado en el taller.
Los dos se habían ido a Burgos y no se muy bien porque razón, se les estropeo la bomba del agua del coche de mi marido. Mi cuñado regreso a casa en taxi desde el Km. 50 y mi marido quedó a la espera de arreglar el coche para regresar a Madrid, pues ya había cancelado el viaje. Me explicó que según le dijo mi marido yo no estaría en casa y por eso le entregó las llaves.
Yo estaba como en otro mundo, con las piernas cerradas y cubriéndome los pechos con ambas manos. Mi ropa yacía en el sillón de mi derecha. Ni siquiera hice ademán de recogerla para cubrirme, pues me quede como paralizada. Sus palabras brotaban con velocidad de sus labios, apenas si le entendía. Me miraba y me sonreía a la vez que seguía hablando. Yo le miraba fijamente pero no entendía nada. Me hacía alguna pregunta y yo no le respondía. No era capaz de articular palabra.
Su mano en mi muslo me devolvió a la realidad. Recobré el conocimiento por así decirlo, cuando trataba de separarme las piernas. Le increpé por ello, pero el al fin, debido a su fuerza, lo consiguió.
Su mano no tardó en apoderarse de mi raja. Descubrí mis pechos al quitarme las manos de ellos para poder separar su mano de mi entrepierna. El se las arregló para pasarme su brazo izquierdo por detrás de mi espalda y me atrajo hacia él. Mis piernas cerradas se apretaban contra su brazo, pero no impedían que él trajinara con sus dedos en mi vulva. Poco a poco, mis piernas cedieron en su fuerza y se fueron abriendo lentamente, más, cada vez más, hasta que al fin se separaron enteramente, dejando así al descubierto, mi coño.
También pude notar su mano derecha jugueteando con mi pezón izquierdo a la vez que una humedad sofocante y caliente me llegaba hasta el ano. Su boca no tardo en posarse sobre la mía. Abrí mis labios y le permití introducir su lengua dentro de mi boca. Nos retorcimos intercambiando nuestras salivas. Mi aliento chocaba contra su boca. No pensaba ni por un momento en lo que estaba sucediendo. Se levanto como un resorte. Me abandono en mi excitación. Pensé que abandonaba por que se había dado cuenta de quien era yo, la mujer de su hermano. Pero nada más lejos de la realidad. No dejo que yo recobrara mi conciencia. Sus pantalones cayeron piernas abajo, sus zapatos fueron desprendidos de sus pies uno con otro. A duras penas sacó los pies de dentro del pantalón liberándose de ellos. Bajo sus calzoncillos y dejo a mi vista un enorme cipote, con el capullo rojo amoratado, supuse que por la cantidad de sangre que allí se había congregado. Erguido, firme, arrogante con sus dos bolsas colgando, se agachó ante mí, separó mis piernas con sus manos y me posó aquello tan hermoso en mi pubis. Lo dejó resbalar hacia abajo y cuando estuvo seguro de estar en el sitio adecuado, cuando notó la humedad que me saciaba, me lo introdujo dentro de un apretón firme. Yo suspiré de placer y nervios a la vez. Me atrajo hasta el borde del sillón y allí comenzó mi calvario. Una arremetida, otra, otra más. Mientras me besaba la boca, los pechos, el vientre, todo. Yo lo abrazaba por los riñones y palpaba su culo prieto y musculoso y de vez en cuando lo empujaba más hacia mí. Un gesto de dolor a la vez que yo emitía un chillido prolongado y ahogado me avisó de lo inminente. A la vez que se corría dentro de mí, seguía moviéndose con el vaivén del placer. Fue prolongado, yo también me corrí. Nuestras caras se quedaron con el gesto del espasmo y poco a poco, sin sacármela, nos fuimos recobrando. Me beso en la boca, luego en la mejilla y se separó de mi abandonando mi agujero, que quedo extrañamente abierto. Sin limpiarse, se puso los calzoncillos, el pantalón y sus zapatos. Yo me quede sentada saboreando aún el orgasmo que me había proporcionado. Encendí un cigarro luego ya más relajada. No sabía si me avergonzaba de lo ocurrido. Yo no había tenido nunca la más mínima cortesía sexual con mi cuñado. El había llegado a casa y me había pillado desnuda haciéndome una paja y se había aprovechado. Eso era todo.
Decidimos que de lo que había pasado allí nadie debía saberlo. El estaba soltero, pero yo no. Además mi marido era su hermano.
Tomo el dinero que le di según le había pedido mi marido. Le entregué los documentos y le entregué las llaves de mi coche para que no tuviera que volver en taxi. Cuando salió de mi casa yo estaba aún desnuda, pero aún le di un beso en la boca mientras le abrazaba con ternura como agradeciéndole el placer que me había dado. Nos habíamos prometido no hablar de aquello jamás, aunque supongo que su cara reflejaba la ilusión de que se volviera a repetir. No sabía si le iba a decir algo a marido. Quería creer que no.
A los cinco días de aquello y mientras preparaba café para mí, mi marido apareció con la videocámara en el salón., Pronunciaba palabras soeces y groseras. Al parecer algo no funcionaba bien en la videocámara. La zarandeaba de un lado a otro. Decidió enchufarla a la TV para ver si funcionaba correctamente. Las imágenes que aparecieron mientras yo tomaba café, me recordaron inmediatamente lo que vería después.
Un sillón, mi sillón, vacío. La video cámara moviéndose hasta dar con el enfoque. Luego yo. Desnudándome. Luego desnuda. Luego sentándome y abriendo mis piernas. Mi marido me miró y me sonrió. Siguió visionando aquella cinta. Mis dedos jugueteando con mi raja.............y luego una espalda que vestía una camisa a cuadros. Me levante y trate de apagar el televisor. Mi marido lo impidió. Me descompuse. Me quede blanca. Mi marido también. ¡Como pude ser tan estúpida de olvidarme de apagar la video! ¡Como pude ir más lejos en mi estupidez y cuando me quede sola no borre el polvo!
El rostro de mi marido cambio al descubrir que era su propio hermano el que estaba allí conmigo, solazándose de mi cuerpo, haciéndome gozar. Su gesto se volvió más tranquilo. Acabo la grabación y desconectó la videocámara y me miro. Me miro mucho rato sin decir una palabra. Yo tampoco dije nada. Tomo el teléfono y llamo a su hermano. Le dijo que viniera a cenar esa noche a nuestra casa.
Su hermano llego a casa pronto. Pregunto si pasaba algo varias veces, pues según el, nos notaba raros. Terminada la cena, mi marido preparo tres copas, trajo la videocámara, la enchufo al televisor y visionamos la cinta otra vez. Mi cuñado me miraba fijamente como con odio, miraba a su hermano y no decía nada. Agacho la cabeza entre sus manos y cerro los ojos.
Mi marido me pregunto si le quería, a lo que yo dije que no. Trate de justificarme diciendo que no sabía como había podido pasar. Le conté la verdad de lo que había sucedido. Luego le miro a él, a su hermano y le pregunto lo mismo. El dijo que no me quería, pero que no había podido evitarlo, que en aquellas circunstancias había perdido la cabeza. Mi marido reflexiono durante un largo rato en silencio, sin decir nada. Fumaba y fumaba. De vez en cuando daba un sorbo de la copa y nos miraba. Al fin se levanto del sillón y dijo “Bien, supongo que ya no se puede hacer nada. Al fin y al cabo todo queda en familia. En fin, si queréis, nos vamos a la habitación y follamos los tres”. Mi cuñado y yo nos miramos. No dábamos crédito a lo que acabábamos de oír. De todo lo imaginable, aquello era lo que menos esperábamos.
Aquella noche goce como una loba. Los dos hermanos fueron para mí. Sin contemplaciones, sin rubor, sin inhibiciones. Los dos me follaron cuanto quisieron. Lo pasamos muy bien. Más tarde me enteré que mi marido estaba enredado con la chica de su empresa. Yo era su juguete. Me usaba para dar rienda suelta a sus fantasías. Pero yo también tengo mis fantasías....con mi cuñado.
CoronelWinston.


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Comentarios enviados para este relato
coronelwinston (8 de May de 2009 a las 20:22) dice: Merci beaocoup chicaromy. En breve lo mandaré. Baste decirte que es un poco autobiógrafico. Besos.

Lachicaromy (8 de May de 2009 a las 19:54) dice: Menuda situación, podía haber acabado muy mal, pero como no fué así pues mejor para los tres. Espero leer pronto ese relato que decías era divertido, seguro que me gusta porque las risas con el sexo son lo mejor de lo mejor. Un beso.

coronelwinston (8 de March de 2009 a las 01:13) dice: me gusta nucho, a mí me pasó algo casi parecido

breathingholes (24 de May de 2009 a las 21:35) dice: genial... mis felicitaciones

katebrown (18 de October de 2022 a las 22:05) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:39) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

Neofilder (12 de May de 2009 a las 23:07) dice: mas alla de que la historia sea real o no, es algo que a cualquiera nos puede pasar y seria fenomenal tener la mente preparada para aceptarlo y disfrutarlo, porque la vida hay que gozarla

trenko (11 de May de 2009 a las 14:02) dice: No me creo mada gemneral. Te lo has inventado. En serio, me gusta.


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