Mi nueva visita a mi prima Eleonor

Hace casi tres semanas que no vengo a la granja de Eleonor, hoy ando por aquí cerca y pasaré a visitarla y por supuesto voy con perversas intenciones y deseo disfrutarla a mi pericia de una deliciosa conexión carnal.

Al llegar a su casa me encuentro con una desagradable sorpresa está con visita, mi calentura sufre un tropiezo, me recibe con gran algarabía y le dice a su amiga este es mi primo Leo el cual tanto te ensalzo, como te he contado es un semental de primera una noche conmigo y me preñó de mi segundo hijo, él no lo sabía ahora si…, y mirando me dice esta loca es mi mejor amiga mírala ya casi tiene los 40 y nunca a tenido un orgasmo a pesar de haber estado embarazada ya que tiene dos hijos dos niñas de 18 y 14 años. Su marido es un atontado inepto, tiene a una mujer que no esta mal mírala bien… esos brazos, esos senos, esa cintura, ese trasero, ese vientre esperando saber de un orgasmo. Y al nombrarlos toma a su amiga y la recorre mostrándome sus partes ¡ah! dice mira estas piernas preciosas y levanta su falda mostrándomelas hasta sus calzones.

Iris así se llamaba su amiga, esta se ruboriza al ser mostrada como una belleza…, sabes me dice, que ya lleva dos semanas que su marido ni la abraza y esta está deseando un macho que la aliente y la menee como corresponde en la cama sometiéndola como su hembra caliente, como una mujer ardiente, acabamos de ver una de esas películas eróticas y pugnaba esta suspirando y se desesperaba por no sentir desde hace tiempo un macho en sus entrañas, está caliente por sentirte en sus profundidades necesita un macho…, nos toma a ambos nos lleva al dormitorio y me dice complácela es mi amiga y la necesito feliz no complicada y confundida. Sale del dormitorio cerrando las puertas.

Iris casi lloraba de vergüenza y se acurruca en un rincón de este, no la dejo pensar y rápidamente la abrigo entre mis brazos, la disfruto rozando su cuerpo con mis manos y aprovecho de desnudarla, no hace nada por impedírmelo, mas aún me mira y besa mis labios, es su entrega… esta mujer deseaba conocer nuevas aventuras amatorias y apasionadas que su marido no sabía o no quería hacérselas. No se oponía a ninguno de mis imposiciones todas las cumplía, estaba ardiente y anhelaba excitada ser montada por un nuevo macho que la llevara a satisfacerse hasta llegar a esos orgasmos que no conocía y tanto le hablaban.

El dormitorio se llena de fuertes suspiros, casi resuellos escandalosos, la cama rechinaba y golpeaba contra las paredes, gemidos no de dolor sino de arrebato, frenesí exaltado de excitación, duraron unos cinco minutos esos gemidos, sollozos y ardiente fogosidad, luego calma…, y de nuevo esos escandalosos meneos y resuellos no eran los mismos que yo entregaba a mi marido en nuestras uniones carnales, este macho me hacía gemir mis apareamientos violentamente, mis fogosidades amatorias se las entregaba con felicidad . Eso me excito y sin darme cuenta mis manos trajinaban mi entrepiernas sobando con desesperación los testículos del macho que me penetraba salvajemente mi pobre vagina… estaba enardecida, acalorada mi excitación era intensa, pensaba en mi Raúl, pero este no lograba lo que lograba en estos momentos mi nuevo macho, necesitaba ahora urgente un macho que me aplacara…, me entregaba a este nuevo semental, un muchacho de la edad de mis hijas, pero con gran experiencias en las desenfrenos del orgasmo, es un macho delicado y fiel, necesitaba descargarme de esos estremecimientos de mi vientre eran los orgasmos que no conocía y ahora estaban llegándome y se lo entregaría a mi nuevo amo, mi macho Leo. Con la llegada de estos gritos desaforados salieron de mi garganta mientras abrazaba y mordía desesperada los hombros de mi semental, era una locura un desenfreno, pero conocía ahora los orgasmos y se los entregaba a este muchacho que tan placidamente me había inundado mi matriz con sus espermas tibias y abundantes. Dios que locura, pero que placer, pobre de mi Raúl mi marido este chico le daba lecciones.

Salimos a la cocina y Eleonor cocinaba unos frituras para fortalecer a su primo y poder gozar ella después con él.

Esa tarde durmió siesta acompañado de su primo mientras Iris atendía al bebé, bueno creo por los rudos del crujir de la cama, los jadeos desesperados que se escuchaban y los ayees de pasión en la entrega que se escuchaban en el patio, no creo que descansaran mucho.

Merendamos y las mujeres conversan entre ellas mientras cargo con productos mi camioneta, una vez listo me acerco a su casa y me dicen si me deseo ir, les digo tengo que irme para entregar y pagarme con las mercaderías y ganar mis billetes para vivir. Iris me dice si puedo ir a dejarla antes de irme, coordinamos nuestra ida y la paso a dejar a su casa eran las cinco de la tarde y ella me dice mi marido a esta hora va a recoger las chicas a la estación y ellas llegan como a en media hora mas y en venirse pasa fácilmente la hora y llegan aquí como a las 18:15 horas, quieres pasar a casa a un café.

Que café me serví apenas entramos a la casa ella ataca besando, desnudándose y mordiéndome tratando de sacarme mi ropa, y allí en la alfombra del recibidor la acomodo en el suelo, mientras se engolosina chupándome mi pene, aprovecho de succionar su vagina acariciar el clítoris, está excitada y no se opone a nada.

Se introduce el glande en su vagina y yo me muevo con fuerza tratando de penetrarla, a la primera no me resultó, ella me lo guía y vuelvo a empujar con fuerza ahora si entró hasta la mitad, mi niño me dice, estas entrando en mi cuevita. ¡OH!, sigue…
Por supuesto seguí… estábamos solos en la casa por lo que nada nos detuvo, metía y sacaba desordenadamente mi pene en su vientre, sentía como esas carnes abrazaban y soltaban a mi miembro en mis esfuerzos por poseerla, ella gemía y agitaba sacudiendo locamente sus caderas, estábamos violentos y arrebatados tratando de que llegaran lo orgasmos a ella y mi clímax, de pronto Iris se alborota y se sacude levanta sus piernas al aire locamente, grita, suspira y me abraza casi sin dejarme espacio para respirar y gime ¡ah…,oh…,ahg…,ah…, mi niño como me sacudes, tuya oh, voy a entregarte mis emisiones y mis orgasmos… ahora tuya…ah…ah…me clava sus uñas como garras en mi espalda, moviendo su cabeza de un lado a otro desesperada mientras suspira entre cortado cediéndose a mi por el apareamiento que producíamos al entregarse como mi mujer…, dos minutos mas tarde soy yo el que gime y atolondradamente vaciaba mis espermas en ella sintiendo esa madre y esposa ahora era mía, Iris sentía las inyecciones de semen que disparaba en su matriz.… si sigo siendo penetrada así por ti pronto estaré preñada igual que tu prima.